Ya llevaba una semana en este asqueroso pueblo. He estado ordenando mi habitación y tocando, poco más. Con el único que hablo es con Cody, es el único que me entiende.Tiene mi edad aunque no lo parezca.
Hoy Cody me va a presentar a sus amigos. Dice que son buena gente, al menos eso es algo bueno.
Charlie ha intentado tener mejor relación conmigo y yo he cambiado un poco de parecer pero no le voy a perdonar, eso seguro.
Hoy por la tarde hay una hoguera en el bosque donde van todos los estudiantes del instituto para finalizar el verano, allí es donde me presentará Cody a sus amigos.
Me fui a duchar, en una hora iríamos a la hoguera. Como me dijo Cody que tenía que ir guapa me pondría un vestido azul, con mis converse negras, todas pintarrajeadas.
- ¿Estás ya lista? - dijo pasando a mi cuarto.
- Sí, un momento.
- Has dejado la habitación muy bien.
- Gracias. - Le miré por el rabillo del ojo a través del espejo. - Lista.
- Guapísima, ahora vámonos.
Me llevó en su coche, bueno, mejor dicho, el coche de Charlie.
Llegamos a una carretera que introducía al bosque. Vi mucha luz, sería el fuego de la hoguera. El bosque se abrió paso para nosotros y Cody aparcó a un lado.
Había música, bebida y mucha gente. Un grupo de gente gritaron el nombre de Cody y nos dirigimos hacia ellos.
- ¿Qué tal chicos? - dijo Cody saludándoles. - Esta es Carrie, mi nueva hermana.
- Hola.
- Tío, ¿te acuerdas del trato que hicimos?
- ¿El de hermanas?
- Sí, bueno, en ese momento no sabía que fuera tan guapa - me sonrojé.
- Este es Álex - dijo Cody. Álex se acercó a mí y me dio dos besos.
- Bueno, deja de sobarla ya. - Una chica con el pelo rosa se acercó y me dio dos besos - Yo soy Ela.
- Encantada. - Un chico vestido todo de negro y con piercings en las orejas se acercó a Ela y la abrazó por la cintura.
- Este es Tyler, es un poco reservado pero parece que le caes bien.
- Pues no lo parece - le dije al oído a Cody y se empezó a reír.
- ¿Y Ali? - preguntó Cody.
- Ha ido a por bebidas. - dijo Álex.
- Oye, Carrie, ¿quieres una bebida?
- Vale - Cody se fue y me quedé con Álex, no cuento a Ela y a Tyler porque se estaban besando. Álex se sentó en un tronco y me senté con él.
- ¿Y de dónde eres?
- Soy de Miami.
- Vaya, qué cambio.
- Ya lo sé.
- Bueno, no te preocupes, yo estoy aquí. - Me sonrió con una sonrisa que me cautivó, sus ojos azules del color del cielo me enamoraron. Nos quedamos mirando bastante rato.
- Eh, tortolitos.