Recuerdos

65 14 1
                                    

Al abrir mis ojos de manera repentina puede notar a algo, "alguien"... la verdad estoy confundida, no parece ser una persona normal, tiene un aspecto raro, pero a la vez cotidiano, tiene un parecido a una de las criaturas mágicas que describía mi papá en sus cuentos.

Era una especie de quimera; tenía el torso desnudo de un hombre, sus piernas eran similares a las de una cabra con la diferencia de que eran más largas, su rostro era raro... llamativo.

Tenía sus tres ojos blancos, cual nieve de montaña, la miraba de forma afectiva, como si se conocieran desde siempre.

Ella estuvo a punto de levantarse, pero se quedó inmóvil al ver que la criatura se le inclinaba en una reverencia. Pudo observar como el tercer ojo de aquella miraba a lo alto, al adentrarse en sus cálidos ojos se encontraba una luz de esperanza, un deseo oculto.

Cuando ese individuo bisbiseó "Vítám vás, Veličenstvo" la mirada de la pequeña se tornó distante, con todas sus fuerzas se mantuvo de pie, intentó fugarse del lugar, era lo único que deseaba esa niña. Cuando dio un paso para atrás un pequeño buró apareció detrás de ella causando que se tambaleara y terminase sentada en él, como por "arte de magia". Al sentarse debajo de ella un enjambre de escarabajos egipcios salieron velozmente y se ocultaron entre unos antiquísimos troncos de roble.

En eso sentí un aleteo, me resultaba peculiar, como... si no fuera la primera vez que lo percibía. Recuerdo aquella vez, yo tenía nueve años; luego del velorio de papá sentí que ya nada tenía sentido. Él era mi todo, mi modelo a seguir, el único que me entendía, y ya no estaba conmigo.

Me encontré desolada, muy afligida por la situación. Fui a "nuestro lugar" para poder despedirme de él de la mejor manera. No era la gran cosa, era una pequeña casita hecha de madera de roble que teníamos en el jardín. Me senté en su silla y me envolví en una vieja chaqueta de cuero que había olvidado allí la última vez. Me quedé entrelazada en su prenda y su maravillosa colonia, que invadía en mi abismo de recuerdos, hasta caer en un sueño profundo. Al despertar  escuché a alguien murmurar, era raro porque estaba sola, en el murmullo oí una frase o eso creo que era... "No derrames lágrimas en este mundo, ellos lo disfrutan". No puedo acordarme del todo bien, solo sé que sentí aquel aleteo y me volteé hacia la ventana tras escuchar un crujido, al acercarme pude ver que había una especie de ala rota, como si fuera de una libélula o algo parecido...

Una pequeña hada se posó en el hombro de la niña y con una voz muy chillona balbuceo "Tranquila Verasis, ten calma, aquí estás bien". Ella al voltear y ver a ese extraño ser se aferró a el buró, tratando de conservar la calma.

El hada se echó a volar de una manera aerodinámica, tirándose para el lado izquierdo, por el lugar hasta parar en la cabeza de la quimera. Se mantuvo con su ala extendida.

Verasis quedó impactada al ver el ala de el hada, ella la conocía y era demasiada la coincidencia de que le faltara una... Como la que ella guardaba desde aquel día hacía aproximadamente 6 años.

Con la voz chillona el hada manifestó fuerte y claro unas palabras... "Oh mi reina, como esperamos este momento hace tanto tiempo, no te asustes de nosotros, ¿Que no nos reconoces? Tu padre hablaba muy bien de nosotros. No me mires así, se que me reconoces soy Dejska, tu protectora mi alteza" -Hizo una pequeña reverencia, y siguió con sus palabras- "Eres muy pequeña Vera, todos sabíamos que no iba a ser fácil, pero llegó el día, el día en que todo esto... va a ser como antes"

Dejska se echó a volar y la quimera se logró parar mientras tambaleaba, y puso toda su atención con su tercer ojo, tan azul como el mar, en ella. Trató de formular un frase, la cual ella no logró descifrar. Rendida tras ver que la niña desconocía su idioma solo dijo "Erionatos" y se señaló con sus brazos delgados que terminaban en unas excéntricas pezuñas.

Estaba conmocionada,¡¿Era solo un sueño o un mal chiste?! No sé qué pasó por mi mente en ese instante, solo comencé a caminar tras él y decidí no hacer preguntas.








Verasis. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora