Our Hope

YOONSEOK(parte 2)

La exposición fue todo un éxito.
El profesor quedó totalmente satisfecho, ninguno de los dos se puso demasiado nervioso y pudieron recitar todos los contenidos que habían practicado sin problema alguno ; incluso dieron algunos datos extra sobre el tema.
Jiyeon, la amiga de Hoseok, fue a verlo, ya que le hacía ilusión ver a su amigo haciendo su primera exposición en la universidad, y ella coincidía en esa misma clase para la hora siguiente.
Cuando terminaron la exposición, Yoongi sonrió con confianza a Hoseok, una sonrisa que claramente era un regalo para el menor y sólo para el menor.
Aquel gesto hizo que el interior de Hoseok se llenara de una extraña calidez que recibió con gusto, pues amaba ese nuevo sentimiento.

°°°

Ése día, Jiyeon y Hoseok quedaron para tomar un café en el corazón de la ciudad.
Parecía que Jiyeon quería decirle algo importante a Hoseok , o eso citaba la chica en el mensaje de texto que envió a Hoseok por la mañana.

El joven se sentó dentro del local y esperó a que su amiga llegara.
A Hoseok le gustaba llegar pronto cada vez que quedaba con alguien, era un hábito que le inculcó su madre desde muy pequeñito.

Mientras esperaba a Jiyeon sentado en la cómoda silla , Hoseok hablaba por el móvil con Yoongi, con una sonrisa en los labios que mostraba cuán feliz era al hablar con el mayor.
Yoongi en aquellos momentos se encontraba en una reunión familiar, y le contaba a Hoseok desde allí que aunque todo fuera extraño y su familia no estuviera muy unida , se alegraba de ver a su primo Namjoon, que tenía más o menos su edad y lo comprendía bastante bien.

Justo mientras Hoseok tecleaba una respuesta para Yoongi, escuchó la dulce voz de su amiga Jiyeon en un saludo.
Los ojos del joven se levantaron del móvil para encontrarse con los de la linda muchacha, y en tres segundos ya estaban abrazándose con cariño.

—La presentación que hiciste fue genial Hoseokkie, te lo tengo que repetir de nuevo porque no he visto ninguna mejor —la chica dejó claro, con una sonrisa en su fino rostro, ya sentada cómodamente sobre la silla y sorbiendo poco a poco el dulce y aromático café.

El menor no pudo evitar sonrojarse levemente. Realmente no estaba acostumbrado a que le dijeran ese tipo de cosas, nunca nadie había valorado sus esfuerzos excepto su madre y su hermana, por lo que esto se le hacía diferente y bueno a la vez.

—Muchas gracias Jiyeon noona —agradeció Hoseok, sonriendo con alegría y satisfacción.

Hablaron de todo mientras disfrutaban del placer de tomar un café juntos, hasta que la chica suspiró y posó su mano derecha en el hombro de Hoseok y lo miró con preocupación, ese tipo de mirada que Hoseok podía ver cuando su mamá estaba preocupada por él.

—Hoseok, espero que no te vuelva a tocar hacer una presentación con ese Min Yoongi...La próxima vez, puedes hacer la presentación con mi amiga Minah , ella es una buena estudiante como tú...

Hoseok asintió lentamente, perplejo por lo que acababa de oír.

—...Ese Yoongi tiene fama de , ya sabes, ser mala persona —continuó la joven—. Es una mala influencia para ti.

¿Mala influencia?. Yoongi fue el primer alumno que habló con Hoseok, su primer amigo en la universidad. Yoongi le dejaba los apuntes, le ayudaba en algunas materias sin necesidad de que Hoseok le debiera nada y prestaba sus libros a Hoseok cuando se le olvidaban.
Yoongi era el chico que compartía sus secretos con él, y el chico al que Hoseok contaba sus propios secretos ocultos.
Yoongi podría tener un estilo algo rudo y ser algo tímido al principio, por lo que daba esa impresión de estar enfadado con todo el mundo.
Pero Yoongi, ni de por asomo, era mala persona.
Es más, Hoseok no había conocido en aquel lugar a persona más honesta y buena.