Esas semanas pasaron como segundos, ya amanecía y Ángel pronto estaría de vuelta. No sabía cómo iba a comportarme con ellos. No podía dejar pasar mi historia con Mario, pero tampoco podía renunciar a mi vida de lujos con Ángel. Decidí que lo mejor sería hablar con Mónica, mi mejor amiga desde siempre, aunque últimamente la tenía un poco abandonada, después de su relación con Mario (ella estaba enamorada de él, pero él solo la quería para darme celos). Esa mañana la llamé para pedirla consejo.
-Hola Mónica, no se si me reconocerás...
- ¿Patri?
-Sí, tengo muchas ganas de verte y hablar contigo, necesito que me aconsejes sobre un tema...importante.
-De acuerdo, ¿quieres que nos veamos esta tarde?
-Pues, por mi perfecto. Esta es mi dirección: Gran Vía 140, ático B.
-Vale, luego nos vemos.
Su tono final fue de sorpresa, y no me extraña, después de no haber hablado con ella en tres años. NI siquiera la invité a mi boda, y mucho menos contarle que estaba embarazada. Sabía lo que opinaría de ello, y en esos momentos no estaba para sermones.
Yo estaba un poco nerviosa, intenté que la casa estuviera perfecta, y que yo pareciese la misma de hace unos años, pero con cinco kilos de más. No serviría de nada areglarme, ya que ella no se fijaría en nada más que en mi barriga. Pasadas unas horas, el timbre sonó por fin. Abrí la puerta, y la noté un poco desmejorada. Su pelo rubio había pasado a ser castaño, y debajo de sus prciosos ojos azules, se marcaban unas grandes ojeras. Además, su mirada era triste, cuando hace unos años tenía unos ojos llenos de brillo y alegría. Ahora ese brillo se había apagado. Al acercarse a mi para darme un beso, desprendió un fuerte olor a tabaco, lo que era raro, cuando ella nunca había fumado. Presentía que las dos teníamos muchas cosas que contarnos. Dejé que ella hablara primero. Me contó que habían sido los tres años más duros de su vida, sobre todo cuando perdió a su marido Luis, en un accidente aéreo, era piloto y se rompió el de la cabina por la presión, provocando la pérdida de control y el fatal descenso del avión. Ahora podía comprender todos los cambios que había observado anteriormente. Cuando noté que se iba a derrumbar comencé a contarle mi historia. Desde aquella entrevista de trabajo hasta ayer por la noche, cuando me enteré de que Ángel volvía. Ella escuchó atentamente, sin interrumpirme, y un tanto absorta. Hasta que por fin decidió dar su opinión:
- Creo que deberías decidirlo más conveniente para el bebé, no solo en necesidades materiales, sino, quien de los dos va a poder darle más cariño y más tiempo.- Al decir esto yo me vine abajo. Todo este tiempo había pensado que Ángel iba a poder darle todo, pero entonces me di cuenta de que no iba a poder darle lo que más necesitaba, amor. Siempre iba a estar con viajes de negocios, conferencias, trabajo... Pero Mario no podía darle una vida de comodidades, de caprichos, y cuando lo pensé, comprendí que no era tan malo.

ESTÁS LEYENDO
Amores imposibles (La historia de mi vida)
Fiksi RemajaEsta historia trata sobre Patricia una chica que haría cualquier cosa por ayudar a sus padres. Comenzará a trabajar de secretaria de un importante periodista español de unos 50 años con el que vivirá una historia inesperada. También en esta historia...