Capítulo 8.

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Media hora después, el juego había finalizado, y curiosamente yo era la única ebria allí. Todas las demás actuaban como si no hubieran bebido ni una gota de alcohol...era exteaño, pero había suficiente alcohol en mis venas como para pensar en eso.

-Y, ¿cómo te sientes, amiga? -preguntó Dinah en tono bromista.

-Dios, se ha puesto borracha con lo poco que ha bebido -comentó Alexa.

-Eso es porque no está acostumbrada a beber -Dinah explicó.

-Me siento bien -sonreí, y empecé a reír. -Muy bien.

-Te ves muy sexy borracha -comentó Chelsea. Le guiñé el ojo aún sonriendo.

-¡Hagamos bromas telefónicas! -Dinah dijo falsamente exaltada. Chelsea la miró con complicidad en sus ojos mientras Alexa la miraba con culpa.

-¡Sí! ¡sí! -animó Chelsea.

-De acuerdo -dije riendo.

Dinah tomó el celular de Alexa y rebuscó entre sus contactos. Antes de que yo pudiera ver quién sería la víctima de nuestra broma, Chelsea me pegó una almohada en la cara.

-Tenías una mosca -me dijo, sonriendo inocentemente.

Después de unos segundos, Dinah me puso el celular en la oreja antes de que pudiera ver de quién se trataba.

-Hey -se escuchó del otro lado. Conocía esa voz. Aún estando borracha, el corazón se me aceleró y mis manos empezaron a sudar. No podía confundir esa voz rasposa. Retiré el celular de mi oreja y vi de quien se trataba, sólo para confirmar lo que ya sabía.

"Lauren" era lo que decía en la pantalla encima de un botón verde y otro rojo. Por instinto, traté de apretar el rojo, intentando finalizar la llamada, pero Dinah fue más rápida y me quitó el celular.

-¡Lauren! -habló, supongo que para que Lauren no cerrara. -Sí, soy yo...oh, nada, sólo queríamos hablar contigo -la miré con los ojos bien abiertos, suponiendo lo que estaba apunto de decir. Chelsea se dio cuenta de eso y me pasó un vaso con lo que al parecer era agua, pero termino siendo alcohol puro. Eso terminó de emborracharme por completo en cuestión de segundos. -Yo y Camz...Camila, sí. Ella te dirá. -Dinah me pasó el celular, no sin antes ponerlo en altavoz, sonriendo.

-Heeeeey -saludé a Lauren.

-Eh, hola -respondió, se podía notar la confusión en su voz.

-¿Qué tal todo? -pregunté soltando una pequeña risa.

-¿Estás borracha? -ella rió también. Algo se movió dentro de mi cuando escuché esa risa. Sonreí, y esta vez no fue por el alcohol.

-Taaal vez -respondí, arrastrando las palabras. Ella volvió a reír.

-Y no se te ocurrió algo diferente a llamarme -comentó.

-¡Yo no lo hice! -grité. -¡Fue Dinah!

-Vamos, admite que querías escuchar mi voz -dijo en tono burlesco. Mierda, sí, quería.

-Tal vez -respondí, y ella se quedó en silencio.

Vi a Dinah de reojo, con los ojos muy abiertos y una sonrisa enorme. Me arrebató el celular.

-¡Lauren! ¿puedes venir? Estamos donde Chelsea -Dinah le preguntó, sonriéndole al celular, y luego a mi.

-Son más de las tres de la mañana -Lauren dijo con voz de "¿es en serio?".

-¡Vamos! vives cerca, ¿qué más tienes para hacer a las tres de la mañana? -preguntó Dinah. Vi a Alexa rodar los ojos.

-Bleh -se le escuchó suspirar. - Llego en diez.

-¿Y te van a dejar venir? -preguntó Alexa.

-No -respondió Lauren, riendo. -Nos vemos -finalizó la llamada.

Camila Cabello: 3am, en pijama, borracha, a minutos de ver a la chica que la tiene frustrada desde hace tiempo; chica que tiene novia, y ella teniendo novio. Buena jugada destino.

En lo que Lauren llegaba, las chicas (a excepción de Alexa) me avastecían de cosas que, según ellas, tenía que hacer con Lauren una vez esta llegue. Yo pensaba que todo era una broma de Lauren y esta no se iba a aparecer, me refiero, ¿quién va a la casa de alguien con quién apenas habla a las tres de la mañana? Así que me deje llevar por el alcohol y la idea de que Lauren nunca vendría, y empece a incluso imaginarme haciendo las cosas que mis amigas decían. "Podrías besarla y luego poner de excusa lo borracha que estabas" "podrías decirle que te gusta y ver qué dice" "podrían dormir juntas". Empecé a sonreír, me sentía bien imaginando esas cosas como posibles sin que la parte lógica de mi cerebro me estuviera gritando que estoy loca. Bendito sea el alcohol.

Quince minutos después de aquella rara conversación telefónica, empecé a sentir que mi teoría de que Lauren solo estaba bromeando era cierta, y me encontré sintiendome triste porque la ojiverde no apareció. Salí del cuarto de Chelsea para conseguir un vaso de agua (agua de verdad, esta vez) y fuí a la cocina, serví agua en el primer vaso que encontré, y salí de vuelta al cuarto. Me paré en seco en el marco de la puerta de la habitación. Todas las presentes en la habitación se voltearon en cuanto sintieron mi presencia, incluyendo a Lauren.

Ella estaba allí. Había llegado. No era una broma en lo absoluto.
Sentí mareos recorrer mi cuerpo, y no supe si se debía al alcohol o al hecho de que Lauren se encontraba a tan solo metros de mi. Sentí que estaba alucinando a causa del alcohol y empecé a reír, cuando la chica de ojos verdes me habló.

-¿De qué te ríes?

Mierda, es real.

Into You. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora