Una ventaja de venir de una familia rica es que tienes poder sobre muchas cosas. Por ejemplo: yo tengo el poder de saltarme las clases de medicina y esperar a Guren cuando salga de su trabajo.
Él ha trabajado como maestro de historia en una secundaria por un par de años pues siempre ha sentido un gran interés hacia los acontecimientos del pasado y le encanta enseñar a las personas.
Aun no sé qué decirle después de lo que paso ayer, al parecer, él siente lo mismo por mí pero no estoy seguro de que rumbo tomaran las cosas. Podría fingir que no pasó nada y seguir siendo buenos amigos como antes, podría responder a mis sentimientos, podría sentirse confundido y dejar de hablarme.
Mis manos comienzan a sudar y escucho que la campana de la escuela suena, todos los alumnos salen de sus aulas para irse a casa. Veo una persona con pelo negro empujando a los niños mientras pasa entre ellos hacia la salida, unos tratan de hablarle pero él los ignora, se me escapa una risa al ver esa escena.
Me apresuro y logro llegar a la salida antes que él, se percata de que estoy ahí hasta que va bajando los escalones y voltea hacia mí frunciendo el ceño.
— ¿Shinya? — levanto la mano y lo saludo mientras camino hacia él — ¿Qué haces aquí?
— Oh, ya sabes, solo pasaba por el vecindario y decidí venir visitarte. — él me mira desconcertado.
— Como sea, ¿quieres que te lleve a tu casa o algo? — abre la puerta de su carro y sube su portafolio.
No quiero ir a casa, quiero hablar con él, quiero ver como reacciono ante mi declaración, sin embargo creo que por ahora mi mejor opción sería aceptar su oferta y hablarlo en el camino.Durante gran parte del camino él no me dirigió la palabra, ni la mirada, ni nada, no puedo suponer que está enojado porque él siempre ha sido así de duro cuando de sentimientos se trata, pero tampoco puedo suponer que mis sentimientos serán correspondidos por la misma razón. Decido romper el hielo y le pregunto sobre su trabajo.
— ¿Y cómo te fue hoy? ¿Los niños aprendieron mucho? —me responde con un simple y cortante "si".Al final no pude hablar con él sobre eso, cuando llegamos a mi casa, dado a que no le dejan pasar más allá de la reja, estaciona el automóvil ahí y esperamos a que abran la puerta.
Bajo del carro seguido por Guren, cuando me alcanza sujeta mi muñeca. Me paro en seco y giro hacia él, siento el miedo combinado con emoción en mi rostro.
— ¿Huiste de clases otra vez? — me dice con una voz dulce y pone un mecho de mi pelo detrás de mi oreja.
Mi voz increíblemente no titubea a la hora de responderle, seguramente por alivio hacia su pregunta.
— Ya te dije que no debes estar faltando, tu familia ya me odia lo suficiente como para darles otra razón. — pone la mano sobre su pecho y hace un gesto exagerado de preocupación, imitando la voz de mi padre dice — ¡oh pobre de nuestro hijo! No pudo graduarse por culpa de esa basura Ichinose — después imita la voz de Kureto — Eres la vergüenza de la familia, el campo médico no sería lo mismo sin nosotros. — comienza a reír y yo hago lo mismo.
— De todas maneras no quiero ser médico, solo hago esto para hacer feliz a mi padre y porque es el legado familiar. Yo solo quiero viajar por ahí... — bajo la voz —...contigo.
— ¿Qué dijiste?
No me da tiempo de responderle, Kureto estaba en la puerta viéndonos con desaprobación. Espero que no haya escuchado nada, sino padre se molestaría. Levanta las cejas en espera de una respuesta.
Le sonrío.
— Hey hermano, no te enojes, encontré a Guren camino a casa y se ofreció a traerme, hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
Relaja su rostro pero vuelve a endurecerlo cuando ve a Guren.
— De todas maneras es lo único que una persona como él podría ofrecerte. — dice con tono burlón.
Me volteo hacia Guren, me despido de él rápidamente para que no pueda contestarle a mi hermano.
Después él se sube a su auto y se va.
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El chico de los ojos púrpura - GureShin
FanfictionShinya siempre había tenido sentimientos inquietantes sobre su amigo Guren, esta historia cuenta su primera cita y el inicio de algo especial.