Capítulo 1: El día que le conocí

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Cerré los ojos y respiré. Sentí la naturaleza recorrer mi cuerpo; el aire, el sonido del viento cada vez que soplaba, el roce de las plantas cuando las tocaba con las yemas de los dedos. Sentí nacer de nuevo. Quizá fuese el ambiente; o quizá fuese porque aquel sitio era nuestro lugar secreto. Pero sé que ese lugar me daba vida.

-Taehyung, despierta.- Era la voz del chico más pequeño del grupo: Jeon Jungkook. Tenía un ojo morado y la frente empapada de sudor. Reaccioné dando un salto y lo cogí por los hombros; luego miré al rededor por si lo habían seguido hasta aquí y echamos a correr. Aún recuerdo cómo conocí a este gran muchacho...


                                                                                                   ♪


Eran las cinco de la tarde y yo estaba harto de escuchar tantos gritos; me senté frente a la puerta de casa y me coloqué la capucha de la sudadera sobre la cabeza. Miré hacia arriba para ver si había algún vecino cerca; nadie. Me dolía la cabeza y no había ningún sitio en donde ponerme a salvo.

Bajé a la calle y miré hacia los lados; mi cuerpo comenzó a andar sin tener un rumbo fijo. Me tropecé varias veces con la gente, recibí empujones y codazos; giré entonces y me adentré en una calle menos transitada.

Oí varios golpes; resonaban las verjas metálicas de los garajes y se podían oír gritos y risas; era un grupo de chicos jóvenes con los que me topé al avanzar por aquella calle; me miraron con una expresión amenazante en la cara, aunque yo no tenía intención de saber qué era lo que había pasado. Miré hacia atrás y avancé, dando una patada a una lata de refresco, que cayó cerca de lo que parecía un cuaderno. Me agaché y lo cogí con cuidado; abrí sus páginas y pude ver que se trataban de apuntes de lo que parecía ser biología. Al llegar a la primera página, pude ver el nombre del propietario del cuaderno.

- No deberías entrometerte en los asuntos de los demás.- Esa voz me asustó; se suponía que no quedaba nadie más en aquel lugar salvo yo. Giré de forma lenta y pude ver a un chico de mi altura más o menos, tenía los pelos hechos un remolino, de color negro y liso; llevaba un chaleco con la insignia que representaba a su colegio; estaba algo roto y sucio y parecía tener varios golpes en los brazos y en la cara. Alcé una ceja y le entregué el cuaderno.

- Jeon Jungkook.- Me atreví a decir; fue tan solo pronunciar su nombre y cogió el cuaderno con rapidez, apretándolo contra su pecho; luego me miró esperando una respuesta. Le dije que me llamaba Kim Taehyung y le invité a venir conmigo; en cambio, fue él el que empezó a caminar dándome cuenta al poco, que estaba guiándome hasta su casa; al despedirnos, le dije que esperaba verle de nuevo pronto a lo que él se limitó a sonreír.

Por la forma en la que andaba y las pintas que traía, sabía que algo había pasado con aquel chaval. Algo que hizo que despertase en mí la curiosidad; y por primera vez, sentí que Jungkook estaría tarde o temprano unido a mí de alguna forma.

Being Tomorrow's SunriseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora