Capítulo Xll

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Corrí hacía mi auto con mi corazón liberando adrenalina con cada latido, sabia que estaba en problemas pero mi mente invadida por esas voces le restaron la importancia al peligro.
Me dirigí en mi auto a gran velocidad hacia mi casa.
Llegue y tome las cosas esenciales para una fuga y me fui.. me fui sin dar explicaciones o despedidas a nadie, me fui sabiendo que ahora estaba sola o más bien siempre lo estuve pero ahora con una vida totalmente destruida que probablemente llegaría a su fin en el rincón olvidado de un manicomio o en alguna silla eléctrica con pena de muerte.

Maneje hacia un pueblo cercano y a la vez muy desconocido, tenía algo pendiente por terminar esta noche así que no me aleje mucho de la ciudad.
Me hospede en un viejo hotel y salí a recorrer las calles sin rumbo alguno, siendo víctima de las miles de miradas que parecían pronunciar Monstruo sin siquiera emitir un sonido.
Caminaba examinando cada uno de los rostros de las personas a mi alrededor, imaginando la muerte lenta y dolorosa de cualquiera que se me cruzara en el camino, sonreía ante sus gritos, suplicas y lágrimas que provenían de mi mente.

Y entonces una idea interrumpió mi sadica obra siendo aun mejor!
¿porque no prácticar ahora?
Dijo un susurro
A lo cual sonreí como respuesta y me dirigí a la oscuridad de un lugar boscoso.

El silencio de aquel lugar era demasiado casi como si pudiera tocarlo, lo cual dejaba a mis pensamientos liberarse con facilidad. De momento unos pasos se escucharon, una sonrriza de malicia se formo en mi rostro al ver a esa chica de alrededor de los 20 años, que caminaba temerosa por el bosque.
Yo me escondía en la oscuridad que me proporcionaban aquellos arboles.

Y sin pensarlo dos veces me lance sobre ella haciendola caer, tape sus labios con mi mano y observe cada detalle de su rostro invadido por el temor. Casi podía escuchar su corazón palpitar, y se sentía tan bien pensar que yo le daría fin a la melodía que emitía su corazón.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando ella en un impulso mordió mi mano y me empujó contra un arbol dispuesta a huir.

Yo me levante de golpe y antes de que siquiera pudiera gritar pidiendo ayuda la tire al piso de un tirón y le susurre con mi dedo puesto en esos bellos labios que seguramente muchos chicos desearían.

-shh tranquila... Esto va a doler, pero no durará mucho

Ví sus lágrimas invadir sus mejillas y sentí lastima por ella, así que como buena asesina le di fin a su sufrimiento con solo un par de puñaladas.
No tardó mucho en morir y sin perder tiempo me deshice del cuerpo.
Las voces en mi interior estaban complacidas, pero esto aún estaba por comenzar...

Sadico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora