Diario de un corazón herido

Ausencia

Tu presencia y ausencia me aniquila y no quiero eso para mí, no lo merezco.

Me quedo pensando en la cantidad de veces que me quedé como boba escuchando las mil y una excusas que tenias para no estar conmigo, y no comprendo como fue que no te dije.- Basta! , no me hieras así, yo no soy eso!

Te creaste un monstruo de mi, uno sin sentido, que revolotea en el lado oscuro de todo lo que no soy... pero te lo creaste y le creíste.

Tengo bronca ahora, si, toda la bronca que no te demostré, porque ver tu carita me desdibuja, me deja sin habla, y tan solo puedo ver lo maravilloso que fuiste alguna vez.

Cuando te conocí me enamoró tu entrega, tu todo o nada. No sé cuando lo perdiste... te perdiste. Tu dulzura, tu amor de película de Woody Allen. Había música cada vez que sabía de vos. Esa música que hace que te pierdas y no exista nada más. Te admiré y te idealicé, creo que ese fue mi error.

Yo no soy perfecta, lo sé... Pero se supone que en el amor hay que aceptar a las personas con defectos y virtudes, todos en un mismo cóctel. No se puede moldear al ser humano perfecto.

Esta es una carta de adiós, aunque no es de esas cartas que vas a leer. Te despido de mí con amor y tristeza, como tantas veces que te despedí, aunque hoy se siente diferente... tiene un sabor más amargo.

No quiero vivir de recuerdos, porque como dice alguien por ahí: 

"La felicidad no es algo que recuerdes, es algo que tienes"