Despertar (3/3). muerte

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***

Estaba a recostado de una roca mientras Shilard y Drian seguían espiando los movimientos de los demonios. Si lo pienso bien no hacen nada fuera de lo normal, siempre están los que entrenan, los que vigilan, el cocinero y los que solo se queden como rocas viendo en espera de atacar.

-nada fuera de lo normal-

lo único raro es todos usan lo que parece un cinturón y común pequeño compartimiento, lo raro es que en los dos días que llevamos aquí no han tocado ese compartimiento en ningún momento -nunca recuerda nada- pensé mientras buscaba en la mochila algo para comer

-pero hay algo que le dice que ya ha pasado por eso hoy dijo eso- me dije al recordar como actuó hoy, debe estar sufriendo por el no saber.

-Allen nunca conoció a sus padres, se crió con una niñera del imperio hasta los 4 que fue obligado a empezar a adiestrarse en el ejercito -su ayuda podría ser tomada como inútil, pero a esta edad habían muchos Ángeles que por su tamaño eran veloces, era cuestión de entrenarse bien para a los 7 ya estar mas que listos para jurar lealtad al Imperio. Sus padres fueron traidores, se negaron a matar a una familia de Minitauros que escapaba de la masacre de su aldea. Fueron condenados al peor castigo, expulsión y al ser expulsados el emperador en persona arranca las alas y son lanzados al mundo humano-

Desde pequeño siempre mate a todo demonio a mi vista, sin piedad, sin remordimiento, pero por que con ella sentía que no podía

-Date prisa-

-¡auch no suéltame!-

-¿por que lo hiciste?-

-eres inocente no es justo que te condenen si tu no as condenado-

-jajajaj créeme no as condenado a nadie-

-mi nombre es Allen-

Imágenes de mi pasado volvieron de golpe, la celda, ella lastimada, el bosque la despedida. Todo tenia lógica no la pude matar por que desde un principio yo la salve y de cierto modo ella hizo lo mismo. Pero algo cambio, no, algo le sucedió ella no cubría su mirada como ahora, sus ojos rojos como la sangre -la visión en el bosque de sus muñecas ensangrentadas- fueron vagas memorias Me levante de golpe al sentir que alguien se acercaba,

-no hay patrones diferentes, por la noche tampoco se acercaron a ese compartimiento de sus cinturones- dijo Shilard al regresar de sus rondas

-quizá solo sea de adorno- sugirió Drian

-si fuera de adorno no daría la impresión de tener espacio, además para que tendrían algo que no usarían- dije al hacer me presente

-creí que estarías dormido- dijo Shilard

-yo decido cuando dormir y cuando no-

***

Mi mirada se enfoco en la otra parte de la habitación

-Ever-

Rápidamente me cambie de ropa y fui hasta la habitación de mi padre

-¡despierta ahora mismo!- dije al abrir las puertas de la habitación con fuerza

-¡Terry que demonios haces aquí!- grito mi padre al levantarse exaltado y con sus ojos fijos en mi con furia en ellos

-no te atrevas a llamarme por el apodo que Ever me dio- Grite al cerrar las puertas de un golpe

-a a que te refieres hija- mi padre se puso pálido como si hubiera visto a un fantasma, con su cabello revuelto y pijama negra de seda, ¿enserio era tan raro que ya no hubieran más mentiras?

Secretos de Angeles y DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora