Santa Maria de Logroño...

1K 75 32
                                    

-Karina, ¿puedes explicarme que pasa?- intento parar la carrera de mi amiga, pero es imposible.

-Ahora lo verás no te lo vas a poder creer...- todo el mundo se nos queda mirando cuando pasamos por la cocina, el comedor, por los pasillos hacia la sala de estar.

-Si me lo contaras no necesi...- giro mi cabeza para no correr el riesgo de caerme y lo que veo me deja sorprendida.

De repente el Karina deja de ejercer presión en mí.

En estos momentos solo existimos él y yo.

-¿Que... Qué haces aquí?- pregunto nerviosa.

-Te dije que vendría pequeña...- esa sonrisa que llegaba hasta sus ojos me recibe, con los brazos abiertos y un expresión de completo... ¿amor?

No me lo pienso dos veces... y corro a sus brazos, me agarro con fuerza a sus hombros, por todos esos abrazos que la circunstancias nos han robado, por todos esos que nos robarán.

-Pensé que me avisarías...- digo aún abrazada a él.

-Quería darte una sorpresa- aunque no le vea la cara, puedo sentir su sonrisa pegada a mi pelo.

-Pues lo has conseguido- me aparto un poco de él para poder mirarle a la cara.

Su mano me roza la mejilla delicadamente y justo en el momento más tierno, alguien tenía que llegar a cortarnos el rollo.

-¡Así que este es el famoso Sam!- uno de los gemelos llega con sus aires de superioridad, Bruno saluda amistosamente a Sam y se presenta.

Detrás de él llega su hermano, Duke mira fijamente a Sam. Me da la sensación de que no le gusta su presencia.

-Soy Duke, un placer- pero no parece que le agrade tanto, extiende su brazo hacia Sam pero en todo momento lo mantiene rígido. Con los hombros cuadrados.

Yo he visto antes esa mirada, esa actitud. Él y Dimitri siempre se han portado así conmigo, cuidándome de cualquier cosa y claro, Sam es una persona nueva, Duke me ha visto destrozar cosas por él y eso es lo único que sabe de él.

-¿Tu eres Sam?- pregunta Kar intentando acabar con la tensión.

-Sí- contesta él con una sonrisa- y tu eres...

-Karina- observo feliz como se dan dos besos, Duke sigue mirándole mal y Bruno esta al lado de su hermano intentando calmarle.

-Bueno... Os dejamos solos que seguro que teneis mucho que hablar- dice Karina arrastrando a Bruno detrás de ella.

Duke tarda más en irse, sigue estudiando con la mirada a Sam y sé lo que ve, y sé que no le gusta nada, le conozco.

-Duke...- le llama Karina temerosa de que se le crucen los cables.

Él sin decir nada se da la vuelta y se marcha del salón, escuchamos como sube corriendo las escaleras y al instante un portazo, de su habitación.

La tensión se puede palpar.

-Eemm... Adiós- Karina sonríe tímidamente y le da un empujón a Bruno.

Por fin solos.

-Hola...- digo sonriendo como como una colegiala.

-Hola...- despacio y cauteloso me coge de las manos y me arrastra hasta el sofá sentándome encima de él.

-¿Como estás?- la conversación que estamos manteniendo es tan sumamente interesante...

-Evelyn, quiero pedirte perdón... por todo lo que ha pasado... sabes que mi intención no es hacerte daño, pero parece que desde que nos hemos conocido no he hecho otra cosa...

A Quemarropa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora