eres demasiado pequeña para entenderlo

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Los días pasan tranquilos en la sede, pequeños encargos aquí y allá pero sobre todo supervisar las pruebas de acceso a la mafia. Mucha gente de todas las edades venía con la esperanza de entrar sin saber si quiera como cargar un arma. Otros tenían un don especial y entraban de cabeza. Uno de los días llegó un chico pelirrojo que me robó varias cosas, evidentemente me di cuenta, pero una persona normal no lo habría notado. Un grupo de amigas vinieron como las reinas del lugar, intentando ser algo así como una banda con equipo único que quería aspirar a algo más. Se pasaron el día quejándose de que las pruebas no eran suficientemente buenas y criticando a cada persona que se cruzaba por su lado, ninguna de ellas entró. Una chica tímida llegó y nadie creía que fuera apta para esto, pero resultó ser una gran gimnasta y pudo burlar todas las trampas que poníamos delante de ella, tanto materiales como tecnológicas. Una mujer mayor se presentó como la mejor estafadora del momento, pero durante la comida descubrimos que lo que se le daba realmente bien era cocinar así que se unió al matrimonio y ahora la cocina tiene un chef más. Muchísimas personas se presentaron como informáticos de primera, pero si no me falla la memoria solo dos personas se unieron a la sala de ordenadores, un chico joven bastante bueno y de fiar y un hombre mayor, que nos impresionó por la capacidad con la que controlaba los ordenadores. Pero si hubo alguien que me impresionó realmente fue una niña, no una adolescente, una niña. De diez años que llegó por la puerta principal y cuando la gente intentaba cortarle el paso ella se limitaba a mirar fijamente a esa persona, andó, andó y andó, se situó delante de la mesa donde estaban las armas de entrenamiento, cogió cuatro armas blancas distintas y fijó un objetivo. Todo el mundo creía que tiraría a las dianas pero cada arma terminó en un punto distinto y se notaba que ese era el lugar que ella había elegido. Cuando terminó la actuación recogió solo una daga y la analizó perfectamente delante de todos los jefes de equipo, delante de mi y de Toni, que en ese momento estaba conmigo. Después de eso el equipo de francotiradores y el equipo A se pelearon por ella durante media hora, y la niña se limitó a mirarme fijamente y a masticar su chicle. Tengo que reconocer que fue un momento intenso, su mirada me recordaba el día que llegué, y si yo siguiera como jefa del equipo A me la habría llevado conmigo pero desgraciadamente ahora solo seguía órdenes. Repasaba en todo momento los cinco equipos principales en mi cabeza: Equipo A, donde había gente que simplemente podía hacer cualquier cosa, Equipo B, combate: si atacan el almacén, la sede o cualquier territorio de la mafia, un grupo del equipo B está presente. Equipo C, francotiradores: quizá en otras mafias o bandas importantes sobran francotiradores pero nosotros siempre andamos justos, eso si, los que tenemos, son los mejores y nunca en la historia de la mafia ha habido una mejor que Dakota. Equipo D, inteligencia: se podría decir que este equipo es el cerebro de la mafia. Normalmente Toni se reúne con ellos para planificar un ataque o consultar un negocio, un trato. Pero el equipo de inteligencia también puede supervisar las pruebas porque son personas inteligentes con ganas. Equipo E, estafadores, ladrones, carteristas, etc. Gente con mucha labia y sangre fría, personas capaces de meterse por cualquier hueco y con una flexibilidad de infarto. No tenemos un equipo de asesinos. Cuando alguien nos paga por matar a otra persona, Toni llama a sus contactos, los rusos son expertos en venenos y casi siempre son ellos los que hacen este tipo de trabajos a cambio de ciertas cosas que la mafia italiana les proporciona. La relación de Toni y el jefe de los rusos, Mikail era muy estrecha. Ellos se criaron juntos y Toni ayudo a Mikail a llegar a donde esta ahora ya que el heredó la mafia italiana.

Las pruebas aún no han terminado pero yo me estoy dando un respiro. Tengo pensado hablar hoy con Toni para que me deje ir a visitar a Dimitri, pero primero voy a llamar a Sam, llevamos varios días sin hablar y le hecho de menos. Cuando marco su número me resulta extraño que no lo coja y lo intento una segunda vez, pero nada. Puede que esté ocupado así que decido llamarle más tarde o esperar a que lo haga él. Salgo de mi habitación y voy a buscar a Toni, normalmente está en la sala de entrenamiento con todo el mundo pero hoy tenía un negocio que cerrar y estaría reunido.

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