Quiero a ese chico

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A pesar de que el coche estaba bastante lejos de la discoteca no hablamos en todo el camino, y cuando nos estábamos acercando Dimitri me miró como diciendo "has bebido, debería conducir yo" el caso es que él también había bebido, pero su cuerpo asimilaba mejor el alcohol que el mío. Aún así le dediqué una mirada que decía "ni se te ocurra".
Abrí la puerta del coche con fuerza, la frustración podía conmigo. Me senté delante del volante y puse la calefacción porque hacía frío fuera.

-Principessa[1]...- sabía que no sería tan inteligente como para mantener la boca cerrada, solo esperaba que por lo menos se disculpara- sabes que lo he hecho por la familia...

¿La familia? Eso si que era bueno. Desde que llegué a la mafia con dieciséis años Toni, Dimitri y Dakota se habían encargado de enseñarme a pelear, mejorar mis técnicas para robar y manejar las armas, me enseñaron a matar y a estafar pero no solo eso, me inculcaron valores fundamentales de la mafia, Dakota, una gran mercenaria y asesina que con el tiempo se había convertido en la hermana que nunca tuve, me enseñó que la mafia italiana se comportaba como una gran familia, formada por otras familias mas pequeñas y todos se cuidaban las espaldas y apoyaban mutuamente y sin descanso ¿me había apoyado Dimitri? ¿o en caso de peligro o pelea con Andrei, por ejemplo, habría estado para cuidarme las espaldas? No.

-¿La familia? Dimitri tu te encargaste de enseñarme todo lo que significaba formar parte de una familia ¿recuerdas? Famiglia, Vendetta e Fedeltà[2] ese es nuestro dicho, los pilares que fundaron y mantienen en pie a la mafia italiana ¿dónde queda eso ahora Dimitri? Dime, ¡donde estaba el significado de familia cuando me has visto con ese chico que no había hecho nada y lo has espantado!- había empezado a gritar y el ambiente se había tensado tanto que se podía cortar con un cuchillo.

-Evelyn yo...

-No, Evelyn nada, estoy cansada de que me trates como una niña pequeña, ni siquiera cuando llegué era una miedica ¿o a caso vistes algún signo de debilidad en mí? Quiero vivir mi vida Dimitri, que tu formes parte de ella y Dakota y la mafia y todos mis seres queridos, pero también quiero conocer gente nueva, tengo veintiún años y creo que puedo guardar mis propios secretos.

Después de la tormenta llega la calma, yo ya me había calmado y Dimitri parecía arrepentido...

-Yo... Lo siento princesa. No sabía que era tan importante para ti.

-Ya bueno, haberlo pensado mejor.

**

Cuando llegamos a casa eran sobre las tres de la madrugada y no tenía ganas de ducharme, me había metido en la cama con la intención de escuchar música un rato pero me dolía la cabeza y tuve que apagarla. A las cuatro más o menos Dimitri se había ido a dormir, pero yo me había desvelado y eso se debía en parte a los remordimientos... No debería haberle hablado así a Dimitri... Normalmente un mafioso no tiene remordimientos, con la gente a la que roba, estafa o mata, pero la familia es algo diferente y si no sientes nada hacía el resto de personas de tu mafia, entonces no eres un buen mafioso. Mi cabeza dolía cada vez más y estaba pensado cosas estúpidas, así que decidí acercarme a la cocina a buscar una pastilla, después de tomármela volví a mi habitación y vi el móvil encima de la mesita de noche. Aún seguían conectados los auriculares así que los desconecté. Tenía un mensaje de un número desconocido: espero que hayas llegado bien a casa, descansa esta noche. Un beso, Sam. Y entonces lo recordé, cuando estábamos esperando nuestras chaquetas Sam me pidió el número de teléfono, al principio no estaba convencida y no se lo iba a dar, pero luego me acordé de algo que Dakota me había dicho antes de que me viniera a España con Dimitri: No has podido disfrutar de una buena adolescencia, aprovecha las noches en Madrid y busca alguien que te haga volver a ser una niña, antes de que salgan las patas de gallo. Dakota, cuanto la echaba de menos, pronto le pediría a Toni que me dejara volver unos días, a lo mejor por navidad nos quería allí a los dos... En algún momento me quedé dormida y pase de pensar en Dakota y la navidad a soñar con Dakota y la navidad.

A Quemarropa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora