Amarga tristeza

Ojos que no ven...

Tus ojos me ven pero no me miran.
No me molestan con sus miradas de alegría pues no se fijan en mi.
Ojos que se fijan en cualquiera,
en cualquiera menos yo.
Soy un ser tan despreciable que tu mirada no obtengo,
Tal es tu desprecio que ni me miras para consolarme por los cuchillos que me clavas cuando estoy desprevenida.
Tus labios se mueven provocativamente,
Provocando sensaciones no conocidas por mi. Sensaciones extrañas, un amor enfermizo, una obsesión extrema, una enfermedad no compartida por ti.
Esos labios rellenos tan difíciles
de conseguir.
Tus labios solo de ríen de mi,
Y de las falsas esperanzas puesta en esto de una manera tan febril.
Tus manos acarician de forma pausada pero firme las delicadas manos de la chica elegida por ti,
De alguien que no soy yo.
Te miro y creo conocerte,
Me miras y no sabes nada de mi.
Sólo sabes que mi corazón late por ti.
Y gracias a eso haces de mi vida una locura insana, me haces creer que mis sentimientos, mi esencia son correspondidos, qué va....
son falsas esperanzas,
Puesto que te entretienes jugando con un débil y frágil corazón como el mio.
Hablas con todos los de mi alrededor, yo soy la excepción.
Haces que mi corazón se vaya rompiendo con el paso de los minutos, con el rastro de tus manos, con la luz de tu mirada. Lo disfrutas.
Disfrutas verme en ese pozo oscuro llamado "mi existencia".
Tal es tu insistencia por verme en ese pozo, que parece una de tus aficiones favoritas el verme derrotada, hundida.
Me pones la zancadilla y me caigo, me caigo en un profundo vacío. Me haces daño. No me levanto.
Mi corazón se ha partido en fragmentos. No me reparo. No hay vuelta atrás. Estoy perdida.
Ten piedad de mí.

Pero si no estoy yo, que será de ti?