Amarga tristeza

bola de cristal

Oscuros tiempos se acercan
Arrastrando sus nítidas túnicas al son de los pasos de la ignorancia.
Somos esclavos de nuestros actos, de nuestras acciones, somos esclavos de una sombría y mustia realidad.
No vienen piadosos e inocentes tiempos, no hace falta una bola de cristal para comprender lo que pronto se convertirá en nuestro modo de existencia.
Tenemos los ojos tallados en frías rocas de mármol, somos vencidos por una corriente que te lleva hacia la otra orilla, una frígida e inmunda prisión en la que no existe vuelta atrás,no existe el perdón.
Debemos de prepararnos, sacar toda nuestras armas, estar listos, dispuestos, decididos. Nadie dijo que esto iba a ser sencillo, pero tampoco lo arduo que sería.
Una guerra se acecha a pasos espeluznantemente agigantados, una guerra contra el peor enemigo que una persona puede tener, un enemigo que te empuja hacia el vacío, una persona que siempre estará pegado ati, que te perseguirá en noches siniestras y días llorosos. Un enemigo que te mira en el espejo; tú y tu sombra.