Un enloquecido delirio

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Se tiene que leer con el video que esta puesto en la parte de arriba. Besitos con azúcar

Mirar hacia un lugar sin fondo,
Un lugar rebosante de emoción.
Son sus dos joyas claras como el cielo, las que me harán sucumbir al infierno con solo una mirada,un sentimiento.
Sus grandes brazos que me abrazan hasta dejarme sin aliento, que me protegen y me encarcelan, que me aíslan,me hacen sentir viva.
Ese momento es único, no hay nada más, ese momento es aquel en el que el tiempo se paraliza y aquel en el que te da igual morir en ese instante, a mitad de un pensamiento, a mitad de una mirada, una promesa de sentimientos no contados, nunca dichos; porque sé que estaré sostenida por unos brazos que me amaron.
Dulces suspiros escapan de mi boca, sin poder ser contenidos. Esa boca caliente y rosada, que me besa de tal forma que solo él sabe hacer, de una manera única con la que nunca más nadie podrá competir. Esos labios sellan mi tumba y me dejan inservible para otro. Estoy creada para él.
Mi cuerpo se amolda al suyo, como si hubiésemos sido tejidos y cortados desde la misma tela. Sus largos dedos me acarician, y me embelesan. Sus dedos pasan por mi hombro y me lo erizan. Esos dedos que me conocen, me alteran y me condenan. Me condenan a él, me convierten en su esclava. Me condenan a él, porque sin él yo no soy nada.
Esclava de un amor que empezó en el menor de los sentidos y que acabará cuando mi corazón deje de latir por él.
Nunca.
Mi corazón late por una vida con él. Soy su esclava y su dueña. Mi amor por él es tan puro como el alba, tan dulce como el mayor manjar del olimpo, tan pasional que hasta la persona más racional enloquecería, tan intenso como su mirada. Y es que solo él puede entenderme.
Somos esclavos de algo que no podemos entender.
Juntos convertimos el infierno en nuestro paraíso.
Cantamos nuestras penas, entendemos nuestros gruñidos. Confiamos nuestros peores secretos, porque sabemos que siempre estaramos para el otro.
Porque por mucho que se aleje, siempre estará pegado a mi, porque no me podría separar de él.
Yo sé, que por mucho que nuestros caminos se separen, acabaremos encontrándonos, porque siempre nos faltará nuestra razón de ser, nuestro porque.
Porque sin él,no tengo motivación para levantarme, para enfrentarme a la vida.
Hilos rojos invisibles nos unen de una manera única, y por mucho que se separen, o se enreden, son irrompibles.
Quizás nos llamen locos, quizás nos critiquen.
Pero llegará el día, en el que no nos persigan, en el que podamos disfrutar de una vida eterna, juntos.

Amarga tristezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora