Leer el capítulo con la canción de arriba. Si no os deja. Buscarla en YouTube. Austin Mahone: "All i ever need"
Tengo la mirada perdida, mi razón esta en otra parte, en otro lugar.
Tengo la mirada desenfocada, pues las lagrimas me nublan la vista, impidiendo poder contemplar a
aquella chica dueña de mis lágrimas, gotas insignificantes repletas de lamento, de mi dolor. Dueña de la persona que un día cualquiera me enamoró.
La veo junto a él, riendo, bailando. Haciendo todo lo que yo quise hacer con él y viviendo todos los momentos que un día yo soñé.
Duele mirar y no ser mirada, amar y no ser amada, querer y no poder, intentar y no lograr.
Aún así, mi corazón es masoquista, y prefiere morir viéndolo con otra, que vivir retorciendose de ira y de frustración por no poder verlo. Pues él se irá dentro de poco a un lugar lejano para no regresar y yo no sabré que hacer, pues ya no lo volveré a ver más.
Se que no debería de mirarlo, pero soy adicta a él, es mi droga y tiene un sabor amargo, un sabor que te eriza la piel poco a poco, un sabor que te hace volar.
Aunque luego me duela, cuando lo miro se me olvidan todos mis problemas. Estoy cayendo en una espiral que no tiene principio ni fin. Pero, ¿quiero que lo tenga?
Él está al otro lado de la puerta.
Está tan próximo y a la vez tan remotamente lejano.
Me mira y por un momento siento algo eterno, siento que todo se paraliza y solo somos él y yo. Él y su brillante sonrisa que deslumbra hasta el día más oscuro. Él y sus ardientes ojos que me observan queriendo analizarme, esperando lo mejor de mi, pues él es así.
Y yo, me encuentro bebiendo de su imagen y de su cuerpo, custodiando y escondiendo en mi mente todos estos momentos dentro de un baúl sin fondo y con una cerradura oxidada, recordando todos los días que llevo amándole en silencio. El primer día estaba resplandeciente pero poco a poco se fue desgastando y consumiendo por el paso del tiempo.
Me encuentro queriendole decir los clandestinos y aventurados pensamientos que en mi cabeza rondan sin cesar, creando historias que jamás serán contadas, pues me dejarían expuesta a la debilidad. Expuesta a que me perforen el corazón con consejos insoportables, que aún siendo verdadaderos, duelen como si de una bala se tratasen.
Pero ¿Qué es el amor sin el dolor?
Juntos forman algo indescriptible. Algo que te acompaña noche y día.
Y me pregunto, ¿es mejor vivir con este dolor o vivir sin ninguna emoción?
¿Es preferible vivir con altibajos o subsistir bajo un cielo gris?
¿Todos los malos momentos contrarrestan a los buenos?
Todo esto me pregunto mirando por la rendija de la puerta, esperando a que él entre. Pues soy una adicta al amor. Soy una adicta a él.
Escribo y escribo para no enloquecer con este delirio de amor que poco a poco me va matando y reviviendo lentamente. Una dulce tortura. Un dulce tormento.
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Amarga tristeza
Teen FictionPensamientos oscuros de un alma perdida..... de una adolescente. Una luz puede salvarla, o puede cegarla.