Capítulo 1

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Las luces eran destellantes y el calor era impresionante. 

Allí me encontraba, sentada en una mesa solitaria ubicada en la esquina del salón. Durante todo lo que llevaba de la fiesta nadie había tenido la amabilidad de invitarme a bailar y sinceramente no me atrevía a bailar con mi pareja invisible.

Mi atención estaba totalmente en la pantalla de mi nuevo móvil, fue un regalo de mis padres. Se podría decir que estaba obsesionada con el juego que descargue hacía unos días.

Mientras jugaba a la espera de que algo emocionante pasara en mi vida, logre pasar varios niveles y estando a punto de ganar el nivel 100 de este increíble juego el celular se me descargo, inconscientemente solté un grito de frustración. No, estaba a nada de completar el nivel. En el momento que recordé en qué lugar me encontraba mire instintivamente a mi alrededor esperando que nadie me hubiera escuchado, solo un segundo les costo a mis mejillas para que se enrojecieran todas las miradas estaban posadas en mí. Quería que la tierra me tragara en ese mismo instante y como si fuera poco las miradas, mágicamente la música dejo de sonar y todos los murmullos cesaron.

Todo el mundo veía hacia mi dirección. Esto era como el comienzo de una pesadilla. Cuando estaba a punto de gesticular una disculpa, un sonido fuerte se produjo atrás de mí. Las puertas principales se habían abierto.

Los chicos de la futura generación y protagonista de la fiesta empezaron a entrar de manera ruidosa y rápida, los aplausos fueron instantáneos como si un interruptor los hubiera encendido, justo en ese instante mi mirada se encontró con la de Thomas.

El famoso y aclamado Thomas White, quién mientras se encaminaba hacia el centro del salón, me lanzó una sonrisa burlona dejándome ver de manera automática el brillo de sus majestuosos ojos azules. Acto seguido me dirigió un saludo.

¿Debería contestarlo?

Detrás de él venían dos chicas que lo tomaron del hombro y de forma seductora se lo llevaron hacia la multitud.

Simultáneamente, entraron Emily, Emma y Noah. Quienes junto a Thomas eran los chicos más populares y ardientes de la escuela. Quién podía negarlo con esos tremendos ojos y sin descartar asombrosa figura. Se podría decir que todos los chicos eran capaces de hacer lo que fuera para ser parte de su selecto grupo de amigos, hasta matar a su mejor amigo.

Para nadie era un secreto que Emily, Emma, Noah y Thomas eran familia. Para ser más específicos primos por lo que todos estaban en el mismo grado. 

Los reconocían a los cuatro por tener un par de ojos azules únicos, un físico de infarto, un coeficiente intelectual elevado y  asombrosas habilidades en los deportes. Eran el paquete completo.

Mientras me fijaba en el resto de alumnos que ingresaban, note que Noah se dirigía hacia mí, acompañado de Emma y Emily a cada lado, enseñando a quienes lo observaban su típica sonrisa triunfal. Cuando estuvo lo bastante cerca de mí, metió su mano en uno de sus bolsillos y se decidió a hablarme.

—¿Qué quieres? —digo fingiendo desinterés.

Al instante Noah saco de su bolsillo unas llaves plateadas y me las paso tan rápido que ni si quiera yo me di cuenta en que momento las recibí. Luego se me acerco a mi oído, podía sentir como su tibio aliento calaba en mí.

—Te las manda Thomas, tal vez la fiesta no termine si no hasta mañana. — Y antes de que pudiera decir algo, ellos ya estaban caminando hacia la pista de baile; cuando volví a ser consciente de la realidad, todos a mi alrededor estaban murmurando sin disimular sus miradas hacia a mí. 

¿Para que carajos Thomas me manda sus llaves?

♡ ♡ ♡

La fiesta se aloco de un momento a otro después de que habían entrado los de último grado. Todo el mundo había perdido el sentido de tanto alcohol que habían ingerido, chicas buscaban llamar la atención bailando encima de las mesas y los chicos no se quedaban atrás. 

¡Run Away!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora