ll

27 3 2
                                    

¿Sabéis esto que dicen de que las mujeres siempre se despiertan bellas cual camellas?TODO MENTIRA.
Tenía un pedazo grano en la nariz más rojo que la manzana de la Blanca Nieves.
Y yo soy tan inteligente que decido explotarlo y...pum,ahora parece que me hayan metido un puñetazo en la nariz. Así que decido ponerme un tirita,y cómo no,solo habían tiritas de la dora esa que está ahora tanto de moda. Así que me la pongo y bajo a desayunar con mis queridas mujercitas.

-Hola niños.-les digo a mis cuatro hermanos mayores.
-AHHHHHHHHH-grita mi hermano mayor por dos minutos.
-Y a ti que te pasa imb... AHHHHHHHH-Dice mi otro hermano mayor por un año al verme y cómo no,se les unen los otros dos imbéciles.
-Pero y a vosotros qué os pasa.-no estaba de buen humor y normal,me acababan de gritar en toda la cara unos idiotas.
-Te...te ha bajado la regla.-yo asustada me toco el trasero para comprobarlo pero no,les miro con cara de pocas migas y dice el tonto de Eustaquio:
-Por la nariz, MAMÁ A LA CHINA DE LEN LE HA BAJADO LA REGLA POR LA NARIZ-Me pego un facepalm mental. Por cierto, me llaman la china de len porque dicen que mi nombre parece chino,lo digo para aclararlo por si las dudas.
Con todo el cabreo del mundo subo a mi cuarto antes de que vengan mis padres y se lie aún más.
Me miro en el espejo y veo a Anselmo, el ñordo del...digo mí grano. Pobre Anselmo,nadie lo quiere. Como voy un poco apurada me pongo la tirita de la Dora y la primera ropa que pillo por ahí y me voy como siempre corriendo hacía la universidad con mis pesado patines. Cuando llego a la universidad me encuentro a pollo y me mira raro.
-¿Y a ti qué te pasa?
-¿Qué te ha pasado?-dice tocandome justamente a Anselmo.
-AH,NO TOQUES A ANSELMO.-digo tapándome la nariz con ambas manos.
-Yo no entiendo nada,soy el único normal en esta relación.
-¡JA!habló el que se llama Apollon sabes.
-¡Deja mi nombre en paz!-dice pollo en una voz aguda.
-Cállate nenita,llegamos tarde por si no lo habías notado.-le digo cogiéndole de la mano y corriendo hacía nuestra clase de patinaje. Pollo también hace patinaje y hoy casi no veríamos a los demás ya que es día de deportes.
Al llegar al pabellón me pongo los patines y estiro.
La pista es inmensa y está dividida en dos,una parte para los patinadores y otra para los de baloncesto.
Estaba practicando  saltos simples como el salto del tres o el mech cuando un balón va directo hacia Anselmo.
-ANSELMO-Grito tapándome la nariz. Y cómo no,Aaron era el que me tiró el balón.
-¿Por qué tienes una tirita en la nariz?-Dice en vez de preguntarme si estaba bien. Esto no es justo, hasta con patines soy más baja que él.
-¿Y a ti qué te importa?
-Bueno, como sea, la próxima vez ten más cuidado.- Dice yéndose como si nada.

Pero será imbécil.

-¡Pero si eres tú el que me ha dado con el balón!-le grito,y me voy indignada cruzándome de brazos.

Hoy no me apetece hacer nada, así que me quito los patines y voy a ver lo que hace Anastasia.
Ñe mentira, solo voy para ver a tíos sexys boxear.

-Anast...uh que asco.-digo separándome del abrazo que le había dado al darme cuenta de que está totalmente sudada.
-¿Qué tienes en la nariz?
-Anselmo,Anastasia. Anastasia, Anselmo.
-¿Le has puesto Anselmo a un grano?
Yo asiento.
-Tía, estás fatal. ¿Has visto a Aaron?-ya estaba aquí la cotilla.
-uh,no me lo recuerdes, le ha pegado a Anselmo.
-Deja de hablar de Anselmo como si fuera una persona.
-¿Por qué?
-Da miedo.
-Nadie quiere a Anselmo.-Susurré indignada saliendo por la puerta.

A la hora del almuerzo busqué a mis amigos y me senté con ellos callada,sin decir nada. Todos me miraban raro,incluyendo al imbécil de Aaron.
-¿Le?-Me dijo Alexia,yo la miré y se rió en mi cara. Qué pasa,es que la tirita me molestaba y pues me la quité.
-Que...tienes...en...la...nariz...-Dijo Alexia riendo también sin parar.
-Se llama Anselmo y es mi grano favorito,¿Algún problema? Si me disculpas estoy comiendo.
-¿Le te ha bajado la regla?-PERO POR QUÉ AHORA ESTÁN TODOS OBSESIONADOS CON ESO.
-No.- Dije en el tono más borde posible.

Estuvimos un tiempo comiendo e insultándonos. Bueno más bien, ellos insultaban a Anselmo. No entiendo por qué.

 
-Bueno nosotros nos vamos ya.- Dijeron Alex y Alexia. Y poco a poco se fue yendo la gente hasta que nos quedamos solos Aaron y yo.

-¿Y tú qué miras?-Dije al ver que no paraba de observarme.
-A Anselmo.-Por fin alguien que lo trataba como debía ser.-No mira,literalmente por ahí viene Anselmo el de matemáticas.-Dijo señalando a nuestro querido profesor.

Hostias y venía hacía mi. Así que cogí de la mano a Aaron y me lo lleve corriendo.
-¿Por qué huyes de Anselmo?
-No hice mi tarea de matemáticas.-Ahora que pienso...pollo se había ido sin mi ¿Ahora cómo iba a casa? Jejejeje.
-Aaron llevame a casa.- Dije en tono de orden.
-No que seguro que tenemos un accidente.-Me dijo el muy imbécil caminando hacía su coche.

Yo indignada y sin ganas de pelear me fui caminando a casa. Que por cierto, daba todo el yuyu ya que estaba todo muy oscuro y no había ni dios.
De repente el sonido de un coche desvía mis pensamientos y me giro para ver la sonrisilla de Aaron,uf, que hostia le metía yo.
-Soy malo y te odio,pero tampoco quiero que te asesinen,sube.-me subí y estuve todo el camino en silencio.
Cuando llegamos no le di las gracias ni nada y corrí hacia mi habitación a desinfectar a Anselmo.
Ay,como te echaré de menos pequeñín.


El mundo de AyleenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora