CHAPTER 4

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Ya me habían dado el alta, me dijeron los médicos que no me vuelva ha hacer esas heridas en la muñecas (cosa que creo que no llegaré a conseguir) y que seria mejor que todos mis sentimientos los escriba en un papel, para asi sentirme mejor, ya que no puedo contarselo a nadie, por que mis padres nunca están en casa...

Podría contarselo de cabo a rabo todo a Alicia, mi mejor amiga, pero siempre pienso que si no le digo nada no le asustará mi pasado y no se irá huyendo, siempre pensé en contarselo, pero yo soy muy cerrada...

Ahora la pregunta del siglo es por que mis padres han contratado a un guargaespaldas, en este caso Christopher, para que me cuide.

Ese hombre hace mucho que no me toca, no me habla, ni tampoco me persigue, no se por que tanta preocupación, si hace siglos no me hacen ni caso, extraño los momentos en los que nadie nos podía separar, éramos la familia perfecta, hasta que un dia todo se acabó, mi papa ya no me decía princesa, mi mama ya no hacía galletas conmigo, ya no salíamos a pasear... Todo cambio, asi como vinieron los viajes, menos tiempo libre, más trabajo... y todo lo demás, hasta que llego el dia de hoy, en el que estoy acostumbrada con mi vida solitaria, comiendo, haciendo deporte, e intentando sacar buenas notas para la universidad, nada más.

Aún recuerdo cuando les dije que ese bastardo abuso de mi...

Flashback

-Mami, papi... ya llegaron... -dije llorando.

-¿Qué te paso cariño? -dijo mi madre.

-Un hombre -seguia llorando -el abuso de mi.

El gesto de cara de mis padres se desfiguró, en ese momento me abrazaron.

-Princesa averiguaremos quien es ese bastardo, tu estate tranquila, que no te volverá a tocar.

Dijo mi padre, casi sin aliento...

Me dolia verles asi, eso es verdad, pero más me dolia saber, que hay personas en el mundo que son capaces de hacer estas cosas, solo por placer, y dejar a pequeñas inocentes marcadas de por vida...

Fin de Flashback

Sin darme cuenta ya tenia lágrimas en los ojos de solo recordar eso.

En ese momento apareció alguien delante mia, yo intenté limpiarme las lágrimas pero él ya me vio...

-Denise, ¿por qué estas llorando? -dijo Christopher.

-Porque... -piensa Denise, piensa -es que han echado una pelicula triste.

-Denise, en la televisión esta puesto el Bob Esponja, y dudo que antes de empezar esto, había algo triste ya que estas viendo clan, y este programa es para niños.

-Esque a Bob Esponja, se le perdio el caracol y estaba llorando por que no lo encontraba. Tienes que tener sentimientos por los pobres bivalvos, ¿puedes creer que hay personas humanas que pueden comer caracoles? -dije nerviosa. Espero que me haya creido.

-Denise, se que eso no es verdad. -lucia enfadado y es mejor que no le siga mintiendo.

-Estaba recordando a mis padres, cuando éramos una familia normal, con amor... no tan solitarios como estamos ahora. -dije triste, omitiendo la parte del abuso.

-No pasa nada ya verás que todo irá bien, no tienes que ponerte asi por tonterias.

-No son tonterias, Christopher, es mi familia.

-Tienes razón, sera mejor que te deje para que pienses.

Y en menos de un segundo la puerta sonó y yo me quedé de nuevo sola con mis pensamientos...

¿Y ese cambio de bipolaridad?

Eso no es propio de Christopher.

Tampoco es que lo conozca mucho pero le aprecio, y parace buen chico.

/No penseis mal, mentes sucias, es solo mi guardaespaladas/

Me levanté del sofá y fui directamente a la cocina, ya que mi estómago rugía comida.

Abrí la nevera y cogí un yogur de limón y unas galletas de la estanteria.

Me volví a sentar en el sofá y me di cuenta de que soy idiota, y os explico el por que de mi conclusión.

Se me había olvidado la cucharilla para el yogur.

Me levanté pesadamente y fui a la cocina, de nuevo, saque la cucharilla del cajón y me percate de que había una nota en la mesa.

Hola querida, ¿Me extrañaste? Espero que si, tengo muchas ganas de volver a juntar mis manos con la suave piel de tu cuerpo, ¿Que te parece? A mi una perfecta idea. Abre los ojos cariño, ¿de verdad creias que ya no volveria? Esto es la realidad, ni pienses que un simple guardaespaldas me podra impedir hacer lo que quiera contigo, y con lo inocente que eres no le dirás de esta nota a nadie, si no quieres que vuelva antes de lo que tengo pensado.

Un beso, tu padre.

Me congelé, lágrimas no tardaron de aparecer en mis mejillas.

Querida vida, estoy muerta.

Firmado, Denise McKenzie Miller.

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