El Estereotipo de la Chica Popular

Capítulo 10: ¿Te cuento una Historia?

Capítulo 10: El Príncipe Fiestero, La princesa brabucona y el Príncipe Solitario.

- ¿Estás bien?-

Damien me miraba preocupado, hoy era lunes, comienzo de semana, las clases de hoy han estado aburridas pero todo el día he estado ausente haciendo que tanto Beca y Damien junto a los demás se preocupen por mí, incluso los hermanos Derek, Bianca con los gemelos Terry y Peter han estado preguntando que me sucede.

La única que no me ha preguntado nada es Beca, quien ya sabe lo que planeo hacer.

- La verdad es que no- respondí con un suspiro.

Damien se detuvo me quedo viendo preocupado. No era necesario que hablara, en sus ojos podía ver todas las preguntas que me intenta hacer.

Me pareció tierno verlo abrir la boca y cerrara no saber que preguntar, lo que me hiso sonreír.

- Hoy tengo que decirle alguna cosas a mi hermano pequeño, cosas que le pueden afectar seriamente tanto así que él me puede odiar- empecé a ver borroso por las lágrimas que empezaban a brotar, en un intento de consolarme Damien llevo su mano arriba de mi cabeza empezando a acariciarla- Tengo miedo de que me odie y me deteste y no me quiera volver a hablar-

- No pienses eso, independientemente de le cuentes, él te seguirá amando, por lo que me has contado de él, tu para el eres como una madre, una que lo ha consentido mucho-solté una risita ante lo último, de verdad que lo consentido mucho.

- Gracias-

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

- Nathan, alístate iremos a visitar a alguien-

- ¿A quién?

- Lo sabrás cuando lleguemos-

Con una mirada confusa Nathan fue a su cuarto a cambiarse de ropa, en ese momento alguien entro a la casa. Al darme la vuelta me encontré con mi gemelo.

Bobby A. Phoenix.

Él es igualito a mí, es una versión masculina mía, más alto sin senos con musculatura y un trozo de carne colgándole entre las piernas.

Antes que sufriera la pubertad muy comúnmente nos confundían.

Inmediatamente salte hacia sus brazos, Bobby me atrapo en pleno vuelo, elevándome del suelo por lo que tuve que rodear su cadera con mis piernas y con mis brazos su cuello.

- No sabes cuánto Te extrañe-

Tome su rostro entre mis manos y empecé a repartir besos por toda su cara.

- ¡oye! No me llenes de labial que luego dicen que soy muy puto-

Entre risas el me bajo a suelo pero aun así yo no lo soltaba de mi potente abrazo.

- Es que de verdad te extrañe, déjate mimar por tu gemela ¿Acaso tu no me extrañaste?-

- Lo hago solo que yo no lo demuestro así-

- ¿Bobby?-

Me quite del camino y deje que Nathan pudiera abrazar a Bobby.

- ¿Qué haces aquí? Creí que vendrías en unos meses más-

- Vengo a ver a alguien-

Las cejas de Nathan se juntaron y sus labios se volvieron una sola línea, antes de que pudiera decir algo más lo que el maquinara algo los apresure al salir.

En el camino Bobby nos estuvo contando sus aventuras y los problemas que tuvo para llegar. Nathan escuchaba atento a todo mientras que yo deseaba que todo acabara ya.