somewhere onle we know

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Me sonrojé al pensar en pasar la noche con Ash, él me encantaba pero a la vez no quería que me viese mientras dormía, seguro que estaba horrible y también estaba segura de que para él sería una molestia.

Mi padre nos dejó a solas alegando que mamá necesitaba ayuda. Ambos nos reímos y nos quedamos en un largo silencio, estaba más nerviosa que nunca; la casa era extraña para mí y su presencia me hacía sentir aún más vulnerable.

Decidí soltarle rápidamente la mano e irme a reposar sobre la cama.

- ¿Te sientes bien?- me preguntó al ver las lágrimas que comenzaban a recorrer mi rostro.

Se acercó a mi y empezó a secarme los ojos. Me dedicó una sonrisa y luego me agarró de nuevo la mano.

- No estás sola, ¿vale? pase lo que pase estaré a tu lado.

Sin duda él sabía como tranquilizarme. Sonreí y le apreté la mano.

Ashton

No soportaba verla llorar, eso me traía malos recuerdos. Recuerdos de aquel maldito día que nos había separado durante años.

Quería besarla, protegerla y que jamás se sintiese sola pero en ese momento sus padres nos llamaron para la comida.

- Está muy rica, señora Johnson.- dije amablemente.

- Desde luego.- corroboró Edward.- Tienes una mano excelente para la cocina.- le dijo mientras la besaba.

No pude evitar imaginarme un futuro con Nix, estar casados y seguir más que enamorados con el paso de los años, aquello sería fantástico pero desde luego irrealizable.

Después de aquella adorable comida decidimos ir a su cuarto a ver una película y descansar , ella había preferido dejar para más tarde todo lo que supusiese recordar.

Como ella no recordaba ninguna película de las que tenía en su colección, esta vez dejo la sesión a mi elección. Me decanté por Los rescatadores en Cangurolandia, nuestra película favorita de la infancia, así podríamos ir entrando en materia de recuerdos.

- Esta la recuerdo divertida.- le dije con una amplia sonrisa.- Además, era nuestra favorita.

La tarde se nos pasó entre risas, aquello era como regresar a los cinco años para mí y pude sentir como a Phoenix le ocurría lo mismo a pesar de no recordarlo, su mirada me lo decía.

- No me extraña que esta fuese nuestra película favorita.- me dijo al finalizar.- Es divertida y además ambientada en Australia.

- ¿Qué quieres hacer ahora?.- le pregunté animado.

- Me gustaría que me contases algo mi vida allá, algo de cuando éramos amigos.

Era Navidad cuando nos habían anunciado que nos íbamos a separar. Viniste llorando a mi casa y  me lo contaste todo, tus padres tenían nuevo trabajo y por teníais que iros a Inglaterra; estabas triste y aterrada. Le suplicaste a mi madre que te dejara quedarte en casa, aquella noche dormimos juntos entre llantos pero no te conformaste con eso... al día seguiente volviste a tu casa, hiciste la maleta y te viniste a la mía; te pasaste una semana sin hablar con tu familia que venía entristecida cada hora a pedirte perdón.

Prometimos no separarnos nunca. Fuimos a nuestro sitio, el parque que había cerca del colegio y allí nos intercambiamos los regalos especiales; yo te entregué una pulsera que había hecho y tú me diste tu collar favorito y luego sin más nos dimos un beso, nuestro primer beso.

Hacía mucho tiempo que no recordaba aquello y tenerla a mi lado era todo lo que podía desear. No pude evitar tocarme el cuello al contárselo, necesitaba sentir el amuleto que tanto tiempo había llevado conmigo para protegerme.

Revival (5 seconds of summer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora