La esposa desconocida

Miradas indiscretas

La joven mujer de ojos azules miro desde atrás del matorral al joven de cabello verde, esto se había vuelto algo común desde que le había visto,  su estomago obtuvo raras sensaciones desde que le conoció.

Claro que al principio no había ni siquiera hablado, el la había hechizado con aquella mirada carmín tan distante, tan llena de rencor, no podía dejar pasar su lado demoníaco que le hacia anhelar ver el odio en las personas y como les llevaba a destruirse un mal habito cogido del señor de la guerra o mejor conocido como su querido tío, sin embargo no justificaba el hecho de que le siguiera de manera furtiva, pero no podía evitarlo y agradecía a las técnicas de su padre que le permitieron no ser descubierta.

Su respiración se redujo un poco al dejar a la figura cerca de los grandes laberintos y sus pies la llevaron lejos.

La mujer cogió la mano del hombre mientras abría los bellos ojos azules

-¿Un lindo sueño?- pregunto en voz baja el hombre que ahora lucia una barba al ras, cortada dándole un aspecto salvaje

-Diría una pesadilla..- comento la mujer ante de recargarse nuevamente en el asiento.El hombre le dio una mirada divertida antes de también cerrar sus ojos, pensando en su futura venganza.

Cordelia que había entrado en labor de parto gimió frustrada al intentar dar a luz a los niños y con un coraje estremecedor lo logro, el primero de los trillizos estaba afuera de ella, pero de solo dejarlo salir el segundo dolor llego a su cuerpo haciéndola retorcerse.

Richter que sabia del hecho gruño en frustacion al ver uno de sus planes frustrados por la llegada de los niños, maldita sea, los celos y la ira le llenaron, así como un interminable sentimiento de coraje.

La azabache gimió y levanto al hombre al lado de ella que asustado la miro, llevo su mano a su vientre y feliz lo toco, las patadas con violencia de los niños dentro de ella....