Días de oscuridad

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Fuuto aprovechó la oportunidad que le daba Elizabeth, ella se había marchado a encontrarse con un mensajero del señor de la muerte y para el era el momento de sacar la basura. Los niños estaban tranquilos leyendo en la biblioteca, esperaban también el té de la dama de la casa y con cinismo el había colocado la droga en las tazas, imperceptible para ellos....
La dama del hogar había servido sin conciencia del acto las tazas humeantes y los hermanos bebieron inocentes, Fuuto esperó en el pasillo el sonido de las tazas estrellarse contra el suelo y los libros caer de las manos de los demonios y diez minutos después el sonido maravilloso llegó a sus oídos. Con una sonrisa digna del rey demonio se dirigió a las puertas de la biblioteca y vio los cuerpos tirados y paralizados en el suelo. Los ojos bicolor que aún trataban de no cerrarse, le miraron con odio para finalmente nublarse.
Recogió los cuerpos como sacos de patatas y les llevó aún lugar recóndito en el bosque.
La extraña sensación en el estómago de la mujer le hizo tragar duró saliva mientras miraba hacia el cielo, algo no andaba bien.
—¿se encuentra bien?- cuestionó el hombre delante de ella.
—No, hay algo que esta mal...-

Los ojos de los hermanos se abrieron en la oscuridad y se vieron inmovilizados  por cadenas en los árboles, compuestos de un extraño material
—que..-
—veo que al fin han despertado, sería una lástima matarlos sin ver los gestos en sus rostros - agrego sonriente Fuuto con la daga en las manos enguantadas.
—Sueltanos..sucio ser - comentó la peli verse molesta.
—¡ah! Nunca me agradado tu voz chillona mocosa —amenazó acercando la daga hacia el pequeño cuello. —tal vez si cortara tus cuerdas vocales...o tu lengua, sería una comida dulce para las aves carroñeras-

La niña se estremeció y sus ojos que estaban llenos de ira, mostraron un poco de miedo. Con satisfacción Fuuto corto la mejilla de la joven que chillo al sentir el filo del cuchillo cortar su carne cual mantequilla y la sangre sucia corrió por la mejilla. Fuuto escuchó sus gritos que eran como la más hermosa melodía para sus oídos acompañados de las maldiciones y exclamaciones del mellizo mayor. Se llevó la daga hacia la boca y dejó que las gotas de sangre escurriera del filo de la daga a su boca. El sabor era dulce, sin embargo la mezcla con el repudiable olor de los Sakamaki le revolvió el estómago y escupió sangre con asco.

La joven lloraba por el ardor en su mejilla, que sólo le valió una bofetada, el odio que se estaba consumiendo en el hermano mayor le hacia buscar la fuerza para librarse de las cadenas, pero ante la mirada de color verde del hombre, no le sirvió de nada al sentir el ardor en la piel que le produjo la daga enterrada en la palma de su mano. Grito ante el horrible dolor y las risas de Fuuto acompañaron su dolor, así como la tortura que le acompañó.

Los ojos azules se abrieron al encontrar la casa vacía, con desesperación buscó a sus hijos, pero fue en vano, su olor era casi imperceptible y confiando en el sexto sentido de una madre les buscó con fiereza en los ojos.
El no era su padre, la noticia le había caído como agua en la piel, ese hombre no era su padre, su verdadera familia fue asesinada antes incluso de que su madre diera a luz a su hermano menor. ¿Porque tanta farsas y tantos secretos? Estaba harta y como si con ello no  bastara, el secreto de su familia era mucho peor... ¡Y lo sabía Richter lo sospecho! Maldita sea, si el hermano lo sabía era más que cierto que también karl lo sabía.... Y Fuuto..
Oh, por todos los infiernos sus hijos! Sin mirar al hombre que le había revelado toda la historia salió disparada del lugar y la sonrisa del hombre creció.
Se desvaneció para presentarse ante su señor que con satisfacción sonrió.
—solo un poco más...-
Sus pasos de hicieron fieros y la mirada enloquecida en sus ojos le recordó a la oscuridad la mirada en los ojos de Lilith al ver a su amor muerto.
Como si la penumbra lo esperará trago la luz de la luna e inundó el paisaje en una profunda oscuridad.
Las risas en su oído parecieron más claras y con rabia llevó a sus habilidades sobrenaturales al límite, la maleza comenzó a pudrirse a su paso, los animales allí también perecieron y el olor a carne en descomposición comenzó a hacerse presente en el lugar.
Fuuto que estaba entretenido no lo había notado pero los mellizos si, podían sentirlo. Peligrosas garras atravesaron el estómago de Fuuto en un movimiento rápido. El tiro la daga de sus manos y la sangre brotó de su boca. Los árboles que hasta ahora habían sido la cárcel de los niños se secaron y las cadenas no resistieron más, dejaron libres a sus presos.
Siniestra mirada observó a los niños lastimados y heridos yacían los herederos de la profecía maldita, un poco aliviados por la oportuna aparición de su madre.
Sus ojos se enternecieron al observar a sus maltratados hijos y las heridas causadas por la arma hecha de las supuestas lágrimas del creador. Con la esperanza de que su cuerpo y sus habilidades demoníacas hicieran algo, rompió la piel de sus muñecas, obligando a los hermanos a beber. Y mientras Fuuto trataba de levantarse y recuperarse los hermanos con miedo bebieron. Pero no era más que una sentencia de muerte para la mujer, hacer aquello significaba darles parte de su energía y acortar su vida, pero si ello ayudaba a sus hijos lo haría con gusto, antes de que los hermanos sacaran sus colmillos, la mujer desprevenida fue tomada por el cabello de manera brutal y enviada al suelo de un fuerte golpe en el estomago. El jadeo repentino inundó el aire.
—Maldita sea Elizabeth sólo debías de ser una buena mujer y quedarte lejos de esto...no sabes cuanto me duele cariño..- dijo dulcemente acercándose a la mujer y jalando su cabello negro para enfrentarse a los furiosos ojos azules.
—¿y dejar que los matarás? Puede que su padre haya sido un hijo de puta, pero no merecen esta mierda de tu parte — respondió con odio.

Los hermanos querían intervenir pero fueron detenidos por un fuego de naturaleza demoníaca color azul que se levantó alrededor de los demonios, las ardientes llamas envolvieron la pelea que se llevó acabó detrás de la barrera. Elizabeth logró zafarse del agarre de Fuuto y miró con alivio la daga aún en suelo, sólo debía tomarla.
Recobrando el estado enloquecido y con una bruma llena de nauseabundo olor, Fuuto juró ver en los ojos de la mujer lo que no esperaba. La  mujer de la profecía, llena de furia y como si reviviera el momento de la muerte de su único amor le atacó con esas garras llenas de ácido para su cuerpo. Pero de aquí no iba a salir viva, si el no lograba reclamarla ya nadie más lo haría. Y finalmente las llamas, el olor a sangre y el hedor de la muerte así como los gemidos de las almas en pena que presenciaron el acto acompañados de un fuerte estruendo perturbaron el silencioso bosque una vez más.

Las lágrimas en los ojos de los niños se negaban a salir, sin embargo Serene no lo pudo evitar y las gotas saladas comenzaron a resbalar por las pálidas mejillas, el cabello negro del chico tapó sus ojos, por un momento se lograron  ver lágrimas bañar  tiernas mejillas, manchadas de sangre.
Junto con el dolor y la atmósfera oscura, el cielo comenzó a romperse en estruendos escandalosos y luces eléctricas que adornaron el paisaje nocturno.
Recuperando la compostura y mirando hacia adelante, Satoru logró ver como las llamas incesantes de color azul consumían el bosque y así los cuerpos dentro de el. Con la parte posterior de su suéter se limpio las lágrimas y tomó la mano de Serene
—Debemos irnos...- comentó jalando a su hermana lejos del lugar.
La peli-verde se negó, ella no podía alejarse como si nada hubiera pasado.
El hermano mayor la jaló de manera brusca y los ojos carmesí se enfrentaron a una mirada bicolor peligrosa.

—¡No podemos quedarnos aquí! Ella nunca lo hubiera querido - sentenció antes de volver su actitud más dulce al ver la mirada de su hermana menor.
Mordió su mejilla mientras sostenía con fuerza la fría mano y ambos caminaron en la penumbra, acompañados sonido crujiente de la madera quemándose acompañada de los ecos de los rayos y el olor a carbón en el aire....

Oh, esto me costo mucho, esperó que no tenga tantas faltas de ortografía, no me gusta escribir desde el celular  e.e
Bueno pues sólo me faltan dos capítulos y listo lol
Gracias por los votos y los comentarios, :3 nos leemos antes de que acabe la semana n.n

La esposa desconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora