DESCONTROL

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En mi intento de huir de Eduardo terminé en el jardín junto a él, rayos tenía miedo de lo que sucedería, no quería perder el control, él me atraía pero no era correcto lo que sucedía entre nosotros.
¿Por qué huyes de mi? - Dijo Eduardo entre risas.
Será porque estás persiguiéndome? - Pregunté irónicamente.
Sólo quiero hablar contigo, o no se puede? - Volvió a preguntar de una manera burlona.
¿Me tienes miedo acaso? - Agregó de manera desafiante mientras se acercaba a mi.
De cierta forma me sentía intimidada, el corazón me latía sin parar. Sentía como se estremecía mi cuerpo con cada palabra suya, pero debía bloquear todo ello y salir de ahí antes de que suceda algo que podría lamentar...
Porqué tendría que tenerte miedo? - Le respondí alejándome un poco.
¿Entonces porque te alejas? - Volvió a preguntar mientras se acercaba nuevamente.
Porque no está bien, tienes enamorada y alguien puede ver y comentar cosas que no son - Repliqué
Dentro de mí pensaba; ¿cosas que no son?, era una versión de los hechos que ni yo misma creía, pero si la gente se enteraba... Prefiero no pensar en ello ahora, me dije decidida a salir de ahí.
Tranquila, nadie vendrá - Me dijo al tomarme bruscamente por la cintura con sus fuertes brazos.
No, suéltame Eduardo - Dije mientras lo empujaba y trataba de zafarme de sus brazos.
Estás muy guapa, viste que no pude disimular en cuánto te vi, no puedo resistir más necesito de tus labios - Susurraba Eduardo a mi oído, mientras besaba mi cuello y me abrazaba la cintura.
Sus caricias me excitaban, correspondí a cada una de ellas besándolo apasionadamente y acariciando su cabeza con pequeños jalones de cabello que a él lo excitaban aún más.
Habíamos olvidado todo lo que nos impedía comportarnos de esa forma, fue un momento pleno de descontrol.
De pronto vi que unas sombras se acercaban, lo empujé rápidamente e hicimos como si estuviésemos conversando, algo agitados pero conversando.
Al fin pude ver de quienes se trataba, eran Frank y Belinda.
¿Qué hacen aquí tan solitos? - Preguntó Belinda entre risas
Yo salí a tomar un poco de aire, porque me sentí algo mareada - Dije mirando fijamente a Eduardo.
Ahh yo me la encontré a Tam porque salí a fumar un cigarro y ya nos quedamos hablando - Agregó Eduardo.
¡Sí claro! Y yo me chupo el dedo - Dijo Frank burlonamente.
Belinda y Frank rieron a carcajadas.
Qué bien escondido te tenías esto Tam - susurró Belinda, mientras pasaba junto a mí de la mano de Frank.
Yo sólo me hice la sorprendida y esbocé una sonrisa en el rostro,.
Bueno ya me voy - Dije en voz alta
Pasé a despedirme de todos, salí del salón de recepciones y tomé un taxi con dirección a mi casa, no me creía capaz de haber hecho eso con Eduardo.
¿Qué era lo que estaba haciendo? Me preguntaba una y otra vez mientras una lágrima recorría mi rostro...
Esto debía parar y al menos sabía que podía contar con Belinda, con sus consejos, ella era mi mejor amiga y tenía un apoyo en ella.

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