Enredos de adolescentes

SE NOTA QUE TE IMPORTO

--Entonces me crees ? - preguntó Héctor mirándome fijamente, pero moviendo una de sus piernas y jugando con sus manos; signos que denotaban bastante nerviosismo por su parte
-- Uhmmm, SÍ, te creo - respondí
-- No suenas muy convencida - replicó Héctor
No era que no le creyera, me molestaba el hecho de que sean par de días de relación y ya hubiésemos tenido un problema de esa índole.
-- Por favor Tam, si tienes alguna duda pregúntame, no quiero que pienses que te oculto las cosas - agregó Héctor
-- Ya te dije que sí te creo, solo que hoy no tuve un día muy agradable
-- Tam olvidemos esto, déjame demostrarte que puedo hacerte feliz, habíamos quedado en salir por favor sigamos con nuestros planes
-- Ya se me hace tarde, quedé en almorzar con mi mamá - dije parándome de la banca
-- Entiendo, déjame tu número de cel para coordinar entonces está bien ?
-- Mejor dame tu número - agregué
-- Bueno, - dijo quedándose mirándome como si esperase algo - mmm no lo apuntarás en algo? - agregó
-- No, Ahhh lo que pasa es que tengo buena memoria - respondí
-- Se nota que te importo Tamara, mi número es 989143208
-- Está bien te llamo entonces, nos vemos - dije mientras agitaba mi mano y subía a un taxi
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Ya era las 5 de la tarde, estaba tirada en uno de los sillones de mi sala y no, no había llamado a Héctor, todo esto me hizo pensar en que éramos unos desconocidos y que tal vez esta relación era un error, todo fue tan apresurado, tan pronto que nuevamente todos mis miedos surgieron y pensé que era mejor que ninguno de los dos salga lastimado, tal vez lo mejor era que esto nunca hubiese iniciado y que lo mejor era... Lo mejor es terminarlo
Me dirigí hacia el teléfono fijo de mi sala, porque mi celular estaba en mi cuarto y me daba mucha flojera subir, comencé a marcar el número de Héctor, en serio tenía buena memoria que podría recordar el número de Héctor hasta el último de mis días y no es que me no me importe como dijo él, él me importaba mucho, aunque ya había tomado una decisión y soy tan cobarde de no decírselo viéndolo a los ojos sino por medio del teléfono
Cada número que marcaba hacía que mi corazón se detuviese, latiera más fuerte era una arritmia cardiaca completa, comenzó el tono de llamada y sólo tragaba saliva mientras esperaba que Héctor contestase su celular. La llamada terminó, Héctor no respondió, no volví a intentar, y me quedé pensando, pensando en todo. Acaso lo mejor era terminar con Héctor? Acaso lo nuestro no tenía futuro?

HÉCTOR
Se nota que te importo .....
Tamara no apuntó mi número y no la noté convencida cuando dijo que me creía, sólo me queda la esperanza, la esperanza de que ella me llame, aunque siento una gran opresión en mi pecho.
Nunca he sentido esto, nunca imaginé sentirme así por alguien a quien recién conozco. Si bien la veía siempre en los recreos nunca me animé a hablarle, ella es tan perfecta una chica bella su cabello castaño, su piel blanca, y sus ojos color marrón que aunque se escondían detrás de unos lentes me envolvían cuando me miraba, era inteligente pero no la típica nerd, divertida y amaba el fútbol al igual que yo ... Era la mujer perfecta, el que todo chico quisiera tener y porqué me debería escoger a mí un chico problemas? Era mucho más fácil hablarle al profesor Hernán (que me enseñaba geografía que a ella que era tan inalcanzable para mí).
Después de clase siempre preguntaba por ella, cualquier cosa que supiera de Tamara me hacía desearla más era tan evidente que el profesor Hernán no tardó en darse cuenta que estaba tan enamorado de Tamara y aunque todos me veían como el chico popular y conquistador, con Tamara era distinto, con Tamara me volvía el chico más tímido e inseguro