Rima V

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Si a la verdad de la noche
aún buscas la respuesta,
y aún estás despierta
mirando a la luna, y deseando saber
cómo salir del laberinto de tu corazón,
especulando que quizá le ganó a la razón.


No te preocupes, la luz de la oscuridad
guiará en tu camino
a mí como tu amigo,
y quizá a él como tu enemigo,
y aunque me lo niegues, tú lo estás queriendo;
mi corazón, a mi alma tú estás hiriendo.


Si a la verdad de la noche
aún no llegas,
no desmayes, ni hieras
a mi corazón
más de lo que crees el amor ejerció;
tu corazón perdido está,
en el camino confuso dolor lloverá
y verás que el amor de tu corazón
de la vida despertará,
soñará con la tarde del día
en que te dejé como amiga.


Y volveré al mismo camino,
a mi triste destino,
destino al cual el amor cegó
y ciego a Dios lo dejó.


Déjame terminar diciendo
que me metiste en una barahúnda,
que cada vez que veo el amor en mí abunda,
que aunque yo muerto,
todo esto ya es cierto.

Minusvalía... impotenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora