Princesa...

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Tengo puesta la mirada esta noche
en un cielo oscuro y estrellado.
... En el vasto bosque de la agonía,
el desdén de la razón y la alegría,
palabras que solo el corazón entendería...

Así debí iniciar un poema que, como tal, debí terminar; lo siguiente que leerás serán solo pensamientos y deseos utópicos que debieron quedarse ahí... en mis pensamientos:

Y pensar que en solo cuatro días una amistad floreció. Poco a poco se fortalecía y amenazaba con convertirse en algo más.
Te traía conmigo día y noche en mis pensamientos, soñaba contigo creyendo que era real. Despertar era lo último que quería hacer... pero, ¿sabes?, si despertaba era porque mantenía la esperanza de volver el sueño una realidad...
Mi vida no tiene sentido ni valor... no sin ti...
Princesa...
Sé que a veces puedo ser un completo idiota y enojarme por cosas tan triviales...

Me había hecho ilusiones, quería conocerte... poder superar el límite de la distancia...
Hasta ahora solo he cometido errores, siempre me lastimaron... ya no quiero.
Pero si pudiera elegir de quién enamorarme... quisiera que sea de ti.
Siempre creí en el amor a primera vista; creía en dones, caricias y suspiros; creía que las flores amarillas significaban los mismo que las rojas, que el suplicio, la congoja y la mordacidad de aquellas estrellas solo eran YA cosa del pasado...
Siempre creí ser capaz de amar, que mi corazón nunca perdería lucidez. ¡Que la conflagración de seres inexistentes jamás podrían causar el óbito de mi ánima ya muerta! Que mi vida, desde que te conocí, se convirtió en un trebejo.
Que legos pensamientos y especulaciones por querer saber tus sentimientos causaron la conmiseración con mi "yo" interno.
Y pensar que en cuatro días estuve a punto de ilusionarme...

Temía despertar un día y no tenerte a mi lado, temía perderte en el mar de mis llantos...
Quería abrazarte muy fuerte, quería soñar que la vida era real, que la distancia más larga entre nosotros no era el espacio, sino el pensamiento...
Soñaba que quería soñar estar contigo en una noche estrellada y alicaída, que la luna llorara de emoción al vernos caminar a través de árboles exóticos creyendo que si esto era posible... entonces, nada era utópico...
Quiero hacer de este sueño una realidad, princesa...
Y el primer paso es pedirte perdón.
¡LO SIENTO, PRINCESA!

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2016 ⏰

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