El clásico alemán

147 5 2
                                    

Hoy eran las semifinales de la DFB Polka, o mejor conocida, como la Copa Alemana. El Bayern debía ganar el clásico alemán, en casa, para poder asegurar su puesto en la final y esperar el resultado entre el Wolfsburg versus el Arminia Bielefeld a ver con quien se iba a medir en la final el Bayern o el Dortmund; la verdad es que cualquiera podría ganar.

Siempre que era este clásico, Alemania entera se paralizaba y toda la atención se iba a este gran choque de los dos mejores equipos de la Bundesliga, pero como la disputa era en casa del Bayern, todos plegaran sus oraciones para que el equipo de Guardiola diera lo mejor de sí y pasara a la final.

Dos meses más; cuatro en total. Mi abdomen se ha abultado un poco más con el paso de estos dos meses; desde que llegamos de Dubai lo veía grande y ahora parece un pequeño tanque de guerra. La ropa que solía usar, tan ajustada a mi figura de Babie la he dejado hace un mes cuando casi mi camisa de Versace color blanca favorita se rompe debido a que la force un poco para que se ajustara a mi nuevo cuerpo. Gracias a todos los dioses no se estiro más porque al sentir el crujir de la tela estirándose, casi rompiéndose, me la quite de inmediato y con una angustia la observe por varios minutos y, al ver que no se daño, solté un gran suspiro de alivio y frustración. De alivio porque no se estiro y de frustración porque ya no podía usar las camisas ajustadas que tanto me gustaban.

Ahora debo usar vestidos y camisas holgadas, sudaderas grandes y leggins cómodos. Odio esto, pero cuando recuerdo de quien estoy embarazada se me pasa. Aunque, ha estado un poco distante estas semanas, no quiero imaginar cosas y solo pensar que esta cansado y frustrado por que casi Guardiola no lo considera en el campo de juego y son pocas las veces que lo pone de titular.

.

.

.

Face-Time

N: ¿Por qué piensas eso de mi cachetón? - me pregunta mi amiga con un toque de picardiá al decir las últimas palabras

Tú: Es que ya no se que pensar, amiga - dije soltando un suspiro de tristeza

N: No se que decirte, la verdad. Yo pienso que es eso, lo que me dijiste; que esta cansado y todo eso, no creo que él sea capaz de, ya sabes

Tú: ¿Engañarme? - solté

N: ¡No! Ni lo pienses; él sería incapaz, él te ama.

Tú: Últimamente ya no sé que pensar - baje mi cabeza

N: Borra esos pensamientos de tu cabeza y cambiemos de tema; debo contarte algo

Tú: Ok, dime

N: Es... Thomas; nos... Hemos... Visto desde hace... Unos días

Tú: ¿¡Qué, qué!? ¡Explícame eso!

N: Es que... Bueno... Nosotros... Estem...

Tú: Deja de balbucear tanto, creo que ya entendí.  Donde hubo fuego... - me interrumpió

N: ¡No! No lo digas

Tú: Tu balbuceo hablo por si solo. Te digo que estas haciendo mal y si lo llegan a saber Lisa y André a ambos les espera un calvario que quien sabe cuanto tiempo dura. Solo digo

N: Ni que se enteren; además, son salidas inocentes - dijo no muy segura de sus palabras

Tú: ¡Hey! Esa últimas palabras tuyas no te las crees ni tú misma. Dime todo completo acerca de sus salidas - pedí con autoridad

N: Esta bien - soltó un suspiro - Nos hemos visto desde hace un mes; me ha regalado chocolates, tulipanes y en nuestra última salida, hace unos días, fuimos al cine a ver una película y... Él y yo... Bueno, nosotros...

Llévame Despacio (Mario Götze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora