CAPITULO 12

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Sentí sus fuertes brazos en mis costados, teniéndome a su disposición, obligándome a estar a su lado y quedarme en él, cada vez el calor corporal subía, tenía la ligera sensación de que en cualquier momento me derretiría, con él aquí todo eso era posible.

—¿Estás lista? —Me cuestiono con la voz ronca, seguramente su garganta estaba seca.

—Siempre lo estoy cariño —Le dije mirándole los ojos, mordiendo ligeramente mi labio inferior, provocándole.

Él bajo con una mano su bóxer, mientras yo le apoyaba intentando quitarme la ropa íntima que aún me quedaba.

*Din Dong*

El claro toque del timbre de la casa, se escuchó hasta en el más pequeño rincón de la misma, y hacía eco a su paso por la soledad del lugar. Freddy y yo nos miramos.

—¿Tu familia? —Cuestiono.

—No tocarían.

—Entonces, hay que seguir —Decía con necesidad.

Sí, ese mismo era mi plan. Hasta que sonó dos veces más, distrayéndome por completo —Creo que debo bajar —Lo empuje ligeramente.

Me puse la ropa íntima, un pequeño short que encontré y una blusa holgada, baje corriendo a la parte baja de la casa, abrí la puerta rápidamente.

Alonso estaba ahí, apunto de tocar nuevamente el timbre —Hola, pensé que te habías dormido —Me dijo con un lindo tono.

—No —Le sonreí —Es solo que... No —Respondí, pues no podía contarle lo que pasaba con Alfredo.

—Hoy comeremos antes, ¿Vamos? —¡DEMONIOS!

—¿Ahora mismo? —Cuestione torpe.

—Sí, ahorita, además mi madre quiere charlar contigo, creo que quiere conocerte un poco, no me puedes quedar mal —Me sonrió, dios parece un ángel con esa sonrisa, pero tengo a mi pequeño demonio allá arriba.

—Ah —Dije sin ganas, le sonreí —Claro, ahora voy.

—Te espero, así llegamos juntos —Expreso.

—Pero me voy a cambiar —Intente hacer que se fuera.

—No importa, yo espero —Afirmó.

Me hice a un lado para que pasará, él entendió y entro a mi casa —Espérame, ahorita vengo.

Me fui de aquel lugar, dejándolo solo en la sala, subí hasta mi habitación, Freddy me observaba decepcionado, supongo ya había escuchado algo.

—Alonso, verdad... —Dijo él.

Busque entre mis cosas un pantalón y una blusa para irme con Alonso a su hogar —Sí, creo que algo, en el destino, en el aire, el universo, no quiere que tú y yo estemos juntos —Le dije, deseando que solo fuera una broma.

—Demonios, no podré esperar, necesito de ti —Se levantó, su mirada fue provocativa, y su cuerpo dejaba que el deseo corriera por mis venas.

Llego hasta mí y me tomo de la cintura, aprensó mi labio inferior entre los suyos, y presiono con fuerza para luego besarme. Cedí ante mis impulsos, sin embargo, no sentía lo mismo en este momento, pues sabía que Alonso estaba allá abajo esperándome.

—Nos vemos—Me despegue un poco de él —Me iré, espera unos minutos y sal rápido, y cierra bien Freddy —Le exigí.

Me acomodé bien las prendas y salí de mi habitación, abajo, Alonso me esperaba con una sonrisa.

El Que Se Enamore, Pierde. (Freddy Leyva y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora