La clase de Historia seguramente era la más ligera de todas, el profesor se la pasaba en la sala de maestros, coqueteando con alguna profesora torpe que cree en promesas desequilibradas de un imbécil.
Estaba sola, saque un libro y comencé a rayar sobre él, poniendo mi nombre, firmas, distintas cosas que francamente eran estúpidas, claro que al no tener algo mejor que hacer, esto parecía divertido.
Alguien azoto fuertemente su mano contra mi banca, golpeándome levemente en el brazo, era una tipeja estúpida que reconocía, sin embargo no había visto antes su rostro.
—¡Tú!, estúpida —Me dijo bastante molesta, creo que no encajo en esta escuela, recién lo noto.
Me tranquilice lo más que pude, no quería perder el control, lo mejor era ser una buena persona, tranquila, tan tranquila como siempre suelo ser, mejor... Tan tranquila como quisiera ser.
Levante la mirada, e instantáneamente la baje —No, no señorita, no hay pan frio —Dije haciendo alusión a un indigente, diciéndole discretamente tal señalamiento.
—¿Te crees muy graciosa estúpida? —Empujo el lugar donde estaba sentada, provocando que casi cayera al suelo.
—¡¿Qué te pasa idiota?! —Grite demasiado molesta, poniéndome de pie, mis puños se cerraban, hoy saldría por fin la verdadera ____________, no me provoquen.
—¡Ya te he visto!, estás de zorra con Jos —Me dijo enojada, con las mejillas rojas.
—¡¿Y?! —Le grite exigiendo una justificación.
—Es mi novio, y ¡Te exijo que te alejes de él, y que no le hables nunca más!, ¿Entendiste estúpida?, o te mandaré al suelo —Decía desafiante.
—Pues deberías poner atención de lo que tú novio hace, porque al parecer le gusta cortejar a otras mujeres, lo entiendo, no eres suficiente chica para él, pobrecito, tiene que buscar en otros lados para satisfacerse —Dije en modo perra, así sencillo, con estilo. Insultando con estilo.
Ella jaló mi cabello, ahora sí estaba excesivamente enojada, creo que note que su rostro cambió de color. El salón enteró estaba a la expectativa, una de las dos tenía que perder.
—¡Te lo advierto! —Dijo con tono de rebeldía —Sí te metes con él, te mataré —Dijo amenazante.
Una gigantesca carcajada salió de mí casi sin permiso, ella aún tiraba de mi cabello.
—Ya me hartaste —Le dije entre la risa.
Levante hábilmente mi pierna izquierda, poniéndola bien entre sus pulmones, haciendo que me soltará instantáneamente y dejándola sin aire, con la mejor cara seria y de completa calma, le di un golpe con el puño cerrado, provocando que cayera al suelo aún con falta de aire, un poco de sangre empezó a salir de su nariz.
Me acerqué a ella, su cuerpo estaba tirado en el suelo, boca arriba, intentando levantarse con torpeza. Golpeé fuertemente su estómago con una patada que le hizo probar su suerte.
Puse mi pie sobre su cuello, ella inmediatamente coloco ambas manos en mis piernas, intentando alejarme de ella, la estaba debilitando con tan poco. Pero bueno, ella se lo busco. No entiendo porque quieren pelear, si no resisten ni un poco de lo que ellas buscan.
—Tú, no eres absolutamente nadie para amenazarme, y sí tienes algo que reclamar, es a él... Y, pídeme perdón, tonta —Le dije para que su orgullo quedará como ella. Por los suelos.
Un par de chicas se me acercaron —¡Suéltala!, la vas a matar —Me dijo una de ellas.
—Siéntate, o la siguiente serás tú —Le eché aquella mirada profunda y de una autentica psicópata.
Ella me miró fijo —Por favor, la puedes lastimar, piensa en lo que te pueden hacer, entiende que no es la solución.
La mire para intimidarla, hice la finta de que ahora iba contra ella, sus amigas astutas, la tomaron de los brazos y la jalaron para sentarla y callarla.
Creo que hoy he perdido mi imagen de niña buena, pero en fin, esto no me afecta en nada, así que... ¿Qué más da?
—Fue Freddy —Escuchaba una voz baja, sin ánimos, sin fuerzas, entrecortada por la falta de aire.
Olvide que había puesto mi pie sobre su garganta me gire a verla, creí haber escuchado mal.
—¿Qué? —Pregunte molesta, ejerciendo más presión para hacerla hablar pronto.
—¡Fue Alfredo Pacheco Leyva!, él me envió a decirte esto, es todo una mentira, él me dijo que te convenciera de alejarte de él —Quite mi pie de su garganta.
—¡IDIOTA!, eres una idiota, te pude haber herido con mayores consecuencias, ¿Sabes lo que soy capaz de hacer?, y sólo porque ese imbécil te lo dijo —Le grite molesta, la pude haber matado y todo por un estúpido favorcito.
—Él me dijo que saldría conmigo si yo lo hacía, y...
La interrumpí —¿De verdad? —Dije indignada.
—Sí, yo sólo hice lo que él me pidió.
—Pues ahora aprovecha tu cita —Ella se sentó en el suelo, dos chicas la ayudaron a ponerse de pie. La mire fijamente. Se me ocurrió algo —Bien, sabes qué, tú irás con él al restaurante italiano que está por la plaza grande, ¿De acuerdo?, de lo contrario te las veras conmigo —Sonreí y me di la vuelta para caminar. Me detuve, y sin voltear a verla dije —No digas que yo te lo pedí.
Me pase el resto del día ocultándome de Jos, fingiendo estar muy ocupada, no quería verlo a él, tampoco a Bryan, estaba lista para salir huyendo de este calabozo, no me sentía muy cómoda, y tenía cosas que hacer. La chica que golpeé se llama Estefany, me dio la hora de su cita con Freddy, con evidente temor, ella ya no quería más problemas, mientras el rumor de que yo era una chica mala corría como el agua de una cascada por las aulas de la escuela, eso era bastante positivo, ya me haría de un nombre.
Ya para la última hora Alonso me recogió en mi salón, caminamos juntos por donde comúnmente lo hacíamos. Llegamos a la calle que nos llevaba a nuestros hogares, íbamos caminando despacio.
—Alonso... Sé que debes estar aburrido de mí, y de mis cosas, pero...
—¿Qué sucede _________? —Pregunto atento.
—¿Me puedes hacer un gran favor? —Le sonreí como el gato de Alicia, intentando convencerlo. Él solamente asintió —Sácame de mi casa a las 7:30 de la noche, quiero tener una cita romántica contigo —Le dije con un aparente gusto, él se puso rojo, demasiado rojo.
—¿Qué?, ¿Conmigo? —Pregunto con un aspecto de niño bobo, estaba realmente sorprendido.
—Sí, contigo tontín —Le dije con una pequeña sonrisa —¿Quieres?
—¡Sí!, pero claro que sí, a esa hora pasaré por ti, ¿Cómo debo ir vestido? —Pregunto entusiasmado con la idea.
—Algo común, tú te vistes como un galán, entonces es una cita —Le sonreí, y me detuve, ya estábamos enfrente de mi casa.
—¡Sí!, lo es, está bien—Habló emocionado.
—Nos vemos Alonso, sé puntual —Le pedí. Me acerqué a él, besé su mejilla, me detuve demasiado ahí, besando aquella suave y rosada mejilla, para luego alejarme, provocándole con una tentadora risita y una mirada. Me di media vuelta y entré rápido a mi casa.
Pobre Alonso, él no sabe que lo usaré para mi venganza, pobrecito... Pero Freddy merece pagar por su idiotez, supongo que si lo hago sufrir, él irá restándose puntos... Ya nos comenzamos a divertir juntos eso me agrada.
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Hola bebés de luz, espero que voten y comenten mucho. quiero ser regular y subir seguido, ayúdenme.
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El Que Se Enamore, Pierde. (Freddy Leyva y tú)
Fanfiction___________; Una chica poco comprendida, con continuos desplantes de todo tipo, y frente a cualquier persona, cursaba el último año de preparatoria, pero apenas después de un mes de su ingreso a este nivel educativo, fue expulsada del colegio al que...