Jale ligeramente su corbata, el me empujaba señalando el camino y haciendo que caminara con mayor intensidad, es decir, que caminará más rápido.
—¿Tienes tanta prisa? —Le cuestione al sentir sus manos empujar aún más fuerte por mi espalda.
—No, no, pero camina rápido —Apuntó él.
Llegamos hasta un lugar solitario, a un lado de la escuela, un campo grande, había chicos y chicas entrenando en distintas disciplinas, porristas, y entrenadores. Pero nosotros nos ocultamos detrás de una grada, donde nadie nos podía ver.
Tome su camisa, lo halé hacía mí persona, haciendo que al chocar con mi cuerpo, su boca se enredara con la mía, nos empezamos a mover, puse mis manos en su pecho, él me tomaba por la cintura. Me ceñía entre sus brazos, se movía ligeramente para que la presión entre ambos fuera mayor.
Sus labios correspondían a la perfección a los míos, era una mezcla atractiva y distinta, de sabores deliciosos, que me trasportaban a una segunda dimensión, donde la única existencia en la tierra era la suya y la mía, sin importar lo que pasará más adelante, si nos descubrían, o si él se alejaba dejándome únicamente con el recuerdo. Sus besos tenían ese algo, que te hacía olvidar el resto y enfocarte en el ahora.
Enrede mis dedos en sus cabellos ondulados y suaves, mordió mi labio inferior en una de las transiciones de posiciones de nuestras cabezas, metí mi lengua en boca, comenzamos a juguetear con las mismas, sintiendo un ligero cosquilleo en el estómago.
Él comenzó a acariciarme con su mano, y moverla rozando con su dedo menique mi trasero, para después pajar completamente las manos queriendo alzar discretamente mi falda. Reaccione tomando sus manos, y dejándolas sin movimiento, me aleje de sus labios a una distancia corta.
—¿A dónde don juan? —Dije un poco molesta por su acción —Estamos en la escuela... Ten un poco de pudor —Le reprendí.
—Lo siento, me deje llevar... —Se p sin dar demasiada importancia.
Mire alrededor esperando que nadie nos hubiera visto en nuestro momento.
Me senté sobre el suelo cuidando que no retratará algo que no se debiera de vera.
—A todo esto... ¿Por qué estás aquí? —Me cuestiono, sentándose a un lado de mí —No pensé encontrarte nunca, menos en mi ciudad, tan grande, y menos aquí, en la misma escuela...
Deseche el aire de mis pulmones, mire a otro lado despreocupada—Para ningún padre es lindo que su hijo este en la cárcel, ¿cierto? —Le dije entre dientes esto último.
—Claro, pero no creo que sea motivo para que te manden a otro lugar, incluso a otro estado —Contesto con suspicacia.
—Yo tuve muchos problemas antes de venir aquí... —Le conté.
—¿Qué clase de problemas?... —Me pregunto interesado.
—Bueno el último fue...
----FLASHBACK----
—No deberías de ir, ella es fuerte... Y sí nos ponemos a pensar, tú fuiste la que se metió con su novio, es normal que ella está molesta —Me decía Pablo, fiel compañero, cuidándome las espaldas. ¿Quién como él?
Caminábamos en dirección a un patío trasero de la escuela, Dayana, se había atrevido a decir cosas de mí, difamaciones que evidentemente me molestaban, además de que me mandó un mensaje en un papel diciendo que me esperaba en aquel lugar, ¡Qué infantil!
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El Que Se Enamore, Pierde. (Freddy Leyva y tú)
Hayran Kurgu___________; Una chica poco comprendida, con continuos desplantes de todo tipo, y frente a cualquier persona, cursaba el último año de preparatoria, pero apenas después de un mes de su ingreso a este nivel educativo, fue expulsada del colegio al que...