Los nervios se elevaron a un nivel poco convencional en mí, ¿Qué demonios pasa aquí?, que ya no es el lugar que yo esperaba, ahora no puedo hacer nada, pues en cada situación me descubren, y me meto en problemas, soy superada en la escuela... A este ritmo, dejará de gustarme esta estúpida vida, no quiero seguir así.
No sabía que responder, la boca se me había quedado paralizada, es ahí cuando quisiera que mi imaginación brillara, y de alguna forma lo hace, pues brilla por la ausencia de la misma. El timbre de la casa sonó, sacándome del aprieto temporalmente.
—¡Oh, es Alonso!, vino por mí —Me justifique. Tome una manzana del frutero y me puse de píe.
—Espera —Dijo mi tío —Te pudiste haber hecho algún daño, algo malo pudo haber pasado, ¿No te das cuenta de eso? —Cuestiono molesto.
—Sí, discúlpame...
—Por ahora te ha salvado la campana, pero ya por la noche charlaremos señorita, esto no puede ni debe quedarse así, ya me tendrás que justificar el porqué de todo esto —Me advirtió —Y aun así no creeré del todo —Dijo por lo bajo.
—Te quiero, buen día —Le dije y camine un tanto triste hacía la puerta. La abrí y estaba ahí Alonso.
—Buenos días —Me dijo gustoso, respondí amable al saludo.
—Buen día Alonso —Cerré la puerta de la casa, ahora tenía cara larga, es decir, de molestia, enojo.
—¿Qué tienes?, ¿Estás bien?, luces triste... —Pregunto preocupado —No estés así —Hizo aquella voz de hada tan adorable, esa que sólo él puede tener.
—Sí, estoy... bien —Le dije complicada al hablar —¿Qué tal tu día... De ayer, Alonso? —Pregunte fingiendo una sonrisa. Desviando el tema.
—No creo que estés bien, pero... Bien, oye yo te quiero decir algo, pero al verte así no creo que sea el momento.
—¿Qué?, ¿Qué ibas a decir? —Cuestione —Ahora dilo.
—Esperaré, no creo que sea un buen momento, no luces bien, mejor sólo hay que llegar pronto a la escuela, y quiero que sepas que tienes mi total apoyo, sé que muchas veces puedes sentirte acorralada, pero debes de dejar las preocupaciones de lado, no puedes ahogarte siempre en ellas —Me habló tranquilo con una excelente fluidez, pero sobre todo dando un hermoso mensaje.
—Está bien, como digas —Cedí un poco, decidiendo no insistir más.
Llegamos a la escuela, nos separamos temporalmente por algunas horas, mismas que aproveche para pensar en lo que le diría a mi tío, estaba pensando algo como... Bryan Murió, y él me vino a dejar. Pero no, sonaría irreal y drástico.
En un cambió de clase me encontré a Jos, me miraba torpe, y digo, él es muy atractivo, pero lucía como un enamorado común, y yo tengo un gran repelente a esas personas, las detesto, odio que me molesten con cursilerías de esas que las chicas bobas siempre se creen, aquellas idioteces como 'juntos por siempre', es decir, ¿Quién cree eso?, juntos hasta que aquella torpe ilusión acabe, no creo que alguien pueda amar lo suficiente para decir eso sintiéndolo, es simplemente imposible.
Me detuvo un tanto romántico, poniendo sus manos en mi estómago para pararme y dándome su mejor sonrisa de galán de televisión.
—Hola linda, ¿Cómo estás? —Debo decir que no lo hace mal, es decir, es demasiado bueno, supongo que es parte de su encantadora imagen.
ESTÁS LEYENDO
El Que Se Enamore, Pierde. (Freddy Leyva y tú)
Fanfiction___________; Una chica poco comprendida, con continuos desplantes de todo tipo, y frente a cualquier persona, cursaba el último año de preparatoria, pero apenas después de un mes de su ingreso a este nivel educativo, fue expulsada del colegio al que...