Seamos Realistas.
Heridas en blanco.
5 de noviembre de 2007.
Pero todo tiene su fin, al final de cuentas todo llegaba a una triste conclusión. Siendo niños selectos de la Wammy's House ya tenían un destino preparado, uno que solo el mejor podía conseguir, Near encabezaba el primer lugar y Mello el segundo.
Es muy triste aun para mi pensar cómo fue que se desarrollaron los acontecimientos entre los años posteriores a la muerte de L y los meses anteriores a este, las cosas habían cambiado mucho entre nosotros desde el momento en que Mello decidió decirme lo que realmente pasaba por su cabeza, cosas que jamás hubiera pensado que podría decirle a alguien como yo, no, mejor simplifiquemos y digamos eran cosas que no esperaba que el diera a entender, porque decirlo tal cual no lo hizo enseguida. Esa noche por primera vez de verdad me sentí pleno, conocí lo que era estar contento entre unos brazos que no eran míos ni de Roger, los brazos de una persona que se volvió muy importante para mí.
—Haber... maldito bastardo... no es lo que estas imaginando, no es lo que digo, no, no, no... —decía mientras metía sus manos entre los cabellos dorados con frustración—
—No entiendo lo que tratas de decirme, Mello.
—Eres un jodido genio ¿Y no tienes ni puta idea de lo que trato de decir?
Iba a contestar pero Mello no me lo permitió, caminaba de un lado a otro y estaba muy inquieto, lo notaba en su respiración y la forma enérgica en la que movía sus dedos a cada lado de su cuerpo, ¿Ataques de ansiedad?, podríamos denominarlo de esa manera si se tomaba en cuenta que no lo veía masticar una de sus barras en todo el día. Entonces fue cuando sucedió...
—Haber maldito enano...
Me murmuro entre dientes, se incoo de golpe junto a mí y aferrando sus manos en mis hombro me jalo hacia él, todo fue tan rápido que no, no tuve oportunidad de exclamar ni reclamar, todo había sucedido de manera espontanea.
Sus labios se habían posicionado en los míos de una manera casi exacta, el primer contacto fue tan bruto que incluso mi cabeza hubiese rebotado hacia atrás si no fuera por la mano de Mello que se enredo en mis cabellos sobre la oreja derecha y me sostenía, firme, con frustración.
El beso se volvió largo y entonces sentí las lágrimas desbordantes que manchaban mis mejillas. Por la falta de oxigeno separe a Mello empujando mis manos en su pecho, me miro, los cristales azules se inundaban de amargura que yo ya conocía...
—Me-
—Cállate...
Se rindió ante mí y el peso de su cabeza se posiciono en mi hombro derecho, no podía ver su rostro desde ese ángulo pero las lagrimas se derramaban ahora en la camiseta que cubría mis hombros.
—¿Por qué siempre consigues lo que quieres?... maldito enano...
Mis manos se deslizaron por su espalda con lentitud, su respiración era agitada y chocaba fuertemente contra mi cuello, en ese momento sentí el verdadero peso de ser los únicos en la tierra. Mire el lado izquierdo del rostro de Mello, apenas notaba su piel debido al cabello desordenado y la posición, sollozaba y presionaba con el puño derecho parte de mi ropa.
Sabía perfectamente lo que Mello sentía, pero esa noche yo no lloraría por L.
Sus lagrimas se derramaban sobre mi piel y aunque yo hubiese querido no abría podido llorar, aunque me esforzara, nuestro mentor había muerto dejándonos solos en el mundo, quizá era cierto y ahora solo nos teníamos a nosotros, el mundo era cruel y lo sabíamos perfectamente, porque aunque no lo dijéramos éramos consientes de que en este mundo...
—Near... —las perlas azules cubiertas por cristales— Yo... —Su pecho temblaba y el mío también- felicidades... —sonrió amargamente entre sus cabello dorados— ahora serás... el Gran L...
Aunque sabía que lo último era sarcasmo y amargura no se lo discutiría, no porque fuera cierto, sino porque el nudo en mi garganta era tan doloroso que no podía pronunciar una palabra sin sentir que todo explotaría en mi interior.
—Near... —Sus largos dedos se deslizaron por mis mejillas, casi con afecto, y solo entonces note los largos ríos que bajaban por mis mejillas—
Esa noche Mello se había marchado y solo hasta la mañana me di cuenta de que pude no haberle dejado marchar. Esa madrugada me había despertado consecutivas veces para verificar la presencia de Mello a mi lado, pero al final me había ahogado en el mar de los sueños.
Abrí mis pesados parpados ante la luz del sol, al recordar mire a mi lado, con amargura me levante y vestí con la ropa que había quedado regada por la habitación en algún punto de la noche. Algo llamo mi atención mientras reacomodaba mi cama, ahí, junto a las almohadas, Mello había dejado olvidada una barra de chocolate a medio comer.
La tome entre mis manos, me senté suavemente en el suelo. Esa noche había sido agitada, había sentido cosas que jamás hubiera imaginado, me había maravillado con Mello y no era solo eso lo que me atraía de él, él por entero era un ser fascinante que se había ganado tanto de mi como yo de él, no hay palabras para explicar los sentimientos que se acumulaban en mi pecho, porque sabía que estaban en mi pecho, dolía y me complicaba el simple acto de respirar, no sé, aun no sé cómo pude seguir después de eso.
Competencia, yo y Mello éramos competidores en esta vida, no había nada mas en ello, siempre pelearíamos hasta conseguir el primero lugar y eso estaba claro desde el principio... pero entonces... ¿Qué pasaba?...
Cerró los ojos con fuerza, las lagrimas se acumulaban y la opresión crecía, no esperaba comprender porque no simplemente se había quedado, era un pacto ya entre ambos que competirían para ser el mejor... pero después de todo lo que había hecho... le juzgaba, le juzgaba por haberlo hecho sentir sin que se lo pidiera, le juzgaba porque ahora le dolía algo que ni siquiera le importaba.
—Mello...
Y las lagrimas siguieron descendiendo para no detenerse, almenos por ese día.>>"
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N/A
¡Para!, no puedes juzgarme por la demora, yo pedi ayuda pero nadie me ayudo, si es un fiasco o no, no es mi problema, hice lo que pude con mi cerebro chamuscado y todo... aun asi ya tengo algunas ideas asi que esto me desbloqueo un poco.
Espero les guste.
¡Si te gusta o no házmelo saber!
¡¡Besos!!
**Peith**
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Seamos Realistas. || Editando ||
FanfictionPuso ambas manos en su cabeza jalándola hacia arriba para mirar su rostro, y lo había logrado pero Near mantenía los ojos cerrados, por un momento pensó que hubiera sido más divertido si él fuera el causante de su abundante llanto, pero esa imagen l...