Despierto.

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Salió de la sala de chat con desinterés, se dejo caer en su silla como un bulto muerto y miro el techo grisáceo del departamento, respiro la bocanada de humo que le serbia de narcótico en los pulmones, mientras pensaba en sus palabras y miraba a su costado aun con la cabeza recostada en el respaldo de la silla, su compañero aun dormía, no podía ver a toda precisión su rostro debido a las vendas que le cubrían gran parte de el, de las cuales apenas sobresalían diminutas partes de piel blanca o enrojecida, pero sus inconfundibles cabello dorados no se perderían aun entre la tela. Se hizo rodar por sobre las ruedas de la silla para voltearse y mirar a la persona durmiente en aquel colchón viejo que había estado detrás de el, miro el rostro de Mello que tenia el seño ligeramente fruncido y algunos temblores que le recorrían el cuerpo, se acerco a paso perezoso dejando el cigarrillo en el cenicero.

—Mello... ¿Te duele?

—gh...

Miro sus labios entre abiertos y presto atención a los ligeros quejidos, se acerco a la mesa de noche mientras tomaba una pastilla de un frasco amarillento, se sentó en la cama y con delicadeza paso sus brazos por su espalda, intentando no hacer presión en la quemadura que le recorría parte del hombro, le alzo con sutileza mientras este apenas movía sus brazos para intentar sostenerse a ciegas.

Ambos se conocían muy bien, Mello por su parte sabia que al llamar al perro el abría ido enseguida y aunque no lo hiciera daba por echo el que le buscaría al enterarse del accidente. Trago con pesar la píldora que quemaba su garganta como el resto de su cuerpo y sintió las manos de Matt recostándole de nuevo en las suaves mantas, sintiendo en el proceso la callosidad de sus dedos, que cualquiera diría que fueron hechas por trabajo duro pero que el sin duda sabia la verdadera razón, bastante obvia para quienes conocieran a Matt y su gran afición a los videojuegos.

—No puedo creer en que rollo nos metiste...

Seguidas de sus palabras el aroma a tabaco llego a su nariz como quemarropa por su garganta, se quejo pero sabia que aun haciéndolo el otro no dejaría de fumar, al principio había sentido un alivio al apenas verle llegar casi derrapándose entre los escombros, con una mirada de pesar, cansancio y preocupación en los ojos.

Apenas se sostenía consiente, porque de pie era completamente imposible, si quiera había logrado arrastrarse todo el camino hasta donde se encontraba, el ambiente caliente y la humedad no ayudaba nada a contrastar con el dolor en su espalda y rostro, la sangre segaba su visión, le era una completa locura siquiera pensar en abrir el ojo izquierdo.

—En que mierda te metiste, Mello... ¿Mello?, ¿Puedes oírme aun?... —su voz era un eco en sus oídos, aunque le miraba de frente le sentía muy lejos, entonces tosió y sintió escocer por dentro de si, al mirar de regreso el rostro de Matt se encontraba una mueca que parecía preocupante— te sacare de aquí...

No recordaba como había sido todo el camino que le llevo a Matt cargarlo hasta la ciudad y llevarlo a su apartamento, pero recordaba con extraña lucidez como le cargaba por los escombros mientras evitaba el fuego hacia su auto, lo tenia en brazos pegado a pecho y podía sentir su respiración agitada y a veces el contraste de su tos por el humo incluyendo algunas maldiciones en el camino, recordaba mirar hacia abajo mientras divisaba las botas de Matt que pateaban y caminaban a paso seguro por el lugar, también recordaba el dolor que sintió al ser separado de su pecho y seudo recostado en el asiento del copiloto, entonces solo miro las luces de la ciudad a oscuras mientras entre quejidos y jadeas intentaba tratar a Matt como todos los días, sin éxito.

—Perro...

—El perro esta aquí. —le respondió entre algunas risas y una bocanada de nicotina—

—Deja de fumar... Me enfer... Agh...

—Deja de hablar o se te pasara el anestésico, tenias todo el cuero pegado a la piel, deberías pensar en dejar de usar esas porquería —su sonora risa casi le molestaba, pero en esos momentos solo sentía la necesidad de abstraerse del dolor—

Seamos Realistas. || Editando ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora