Little Dallas {Hayes Grier}

Capítulo 24

Atravesamos por un callejón que no sé ni cómo Hayes había visto. Estábamos en un lateral del hotel, desde el cual podíamos ver parte del restaurante, pero ahora estaba cerrado y no podíamos entrar por ahí.

Seguimos rodeando el edificio hasta que llegamos a una zona que daba al jardín del hotel. Saltamos una pequeña vaya que había pero no podíamos entrar en el edificio ya que sólo se podían abrir las puertas desde dentro. No había ningún empleado en ese momento allí, qué oportunos.

Comenzamos a dar golpes en la puerta de cristal que había pero nadie nos veía u oía.

En ese momento vi a lo lejos, cerca de las escaleras que subían a las habitaciones una figura que me sonaba. Era Jack Johnson, pero no nos oía porque iba con los cascos puestos. Rápidamente saqué mi móvil y le llamé.

-¡Hola Lu! ¿Qué pasa?

-¡Jack! Date la vuelta.

-Mmmm...¿vale?- dijo aún sin darse cuenta de lo que pasaba. ¿Qué hacéis ahí?- preguntó una vez nos vio.

-Da igual, tú ven a abrirnos.- reí

-Dicho y hecho.

Una vez nos abrió la puerta volvió a preguntar.

-¿Os habíais ido fuera del hotel?

-Sí,- contestó Hayes- a un centro comercial.

-Pero a ver, por favor, ¿me podéis explicar por qué no entráis por la puerta principal como las personas normales?

-¿Tú has visto la cantidad de gente que hay?

-Que va, ¿hay mucha? ¡Ay! Quiero ir a ver, ¡vamos!- dijo cogiendome la mano y arrastrándome al vestíbulo.

Yo agarré la mano de Hayes y tiré también de él formando así una cadena.

Giramos una esquina y en seguida teníamos de frente la puerta principal del hotel. Era muy grande y de cristal, por lo que se veía el exterior perfectamente.

-Wow...- dijo Jack en cuanto vió a tanta gente.

Había bastantes chicas, no sabría decir cuantas pero muchas, quizás demasiadas. También había algún chico. Algunos se habían colocado justo delante de la puerta dejando un pequeño pasillo para que salieran y entraran el resto de huéspedes del hotel, otros estaban sentados más lejos hablando entre ellos.

En cuanto las que estaban pegadas a la puerta nos vieron, el resto no tardó en darse cuenta de que estábamos ahí. Algunas se pusieron a gritar y a dar golpes en el cristal mientras que otras les pedían que guardaran silencio. Creo que el intento de estas ultimas fue en vano ya que en cuanto Johnson se acercó a la puerta, uno de los guardias de seguridad que nos acompaña en el tour le frenó y no le dejó salir.

-¡Tío! Solo quiero saludar, ¡déjame!

-Puedes saludar perfectamente desde aquí. -le contestó este sin apenas expresión.

Los guardaespaldas pueden llegar a dar mucho miedo. No me gustaría encontrarme con uno enfadado nunca.

-Espera aquí.

Hayes me indicó que me quedara en la parte de atrás. Le hice caso porque en ese momento no sabía que era mejor, si irme hacia las habitaciones y esperar que nadie me hubiera visto o saludar como si no pasara nada. Decidí esperar a que él me indicara.

Jack y él estuvieron intentando convencer al de seguridad, no sé muy bien de qué, porque como salieran se les iban a comer, pero ellos seguían con su empeño. A pesar de todo el guardia siguió con su decisión.