Recortes de imaginación

Perfección.

Todos tenemos un prototipo de perfección.
Todos tenemos unos cánones, diferentes a los de otras personas.
Es cierto que la perfección se aleja de lo real, de lo mortal pero aún así nosotros creamos un ideal de perfección.
Nos pasamos la vida buscando esa perfección.
Buscando un amor que te llene tanto como el primero, como el gran amor de tu vida, un amor como tu prototipo de perfección.
Buscamos vivir un verano, tan especial como el que vivimos hace años. Buscamos una sonrisa tan pura como la que nos regalaron en un momento dado.

Al cabo del tiempo, la búsqueda se hace pesada pues no encontramos lo que queremos.
No hay una perfección igual a otra.
Ni un amor igual a otro, ni un verano igual al anterior y ni una sonrisa igual a esa que te enamoró.
Por eso, llega un día y te das cuenta que no se puede comparar una cosa a otra, que tienes que seguir tu vida y disfrutar de lo que ésta te ofrece.
Aprendes que las comparaciones son odiosas y el pasado doloroso.
Aprendes a seguir sin tu perfección pero consiguiendo otra, porque todas las cosas del mundo son imperfectamente perfectas.