XXXI

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Trabajo arduo

Había de todo, ¡de todo!
Cárceles, manicomios, iglesias,
hospitales, salas de espera,
cementerios y demás.

El estar en mi cama
y no en alguno
de esos lugares,
ya era de por sí
un trabajo arduo.

Tenebris ProseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora