XII

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Lo que amo

Y honestamente,
veo mi vida
y mi muerte
exactamente iguales.

Solo,
en una habitación.

O solo,
en una caja
de madera.

A tres metros
bajo tierra,
o en la superficie
terrestre.

Estando debajo,
estaría acompañado
de porquería que
desechan los humanos.

Estando arriba,
donde me encuentro ahora,
estaría con los humanos,
que son peor porquería
que la nombrada anteriormente.

No hay
ni habrá nada,
solamente la soledad
y porquería.

Solo.

Pero, a pesar de todo, me siento algo bien estando acá, y no allá abajo, o al menos en éste instante.

Desde acá puedo escucharla; puedo tocarla, aunque esté a más de cuatro mil kilómetros de distancia, yo,
desde acá puedo olerla.

Puedo sentir su fuerza.

Ella es lo único que me hace saber
que, en el medio de esta soledad, al final, no estoy completamente solo.

Ella es lo que amo, y seguiré amando aún luego de que me visite mi querida doña Muerte.

Tenebris ProseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora