Mensajes con un desconocido { Kai y tu } Exo

Capítulo 27.

Apretó mi trasero con sus manos haciendo que gimiera inconscientemente. Me pegó contra la pared de la ducha y me besó con rapidez. Apretó mi culo con sus dos manos lo que me hizo gemir inconscientemente. Me dio la vuelta y deslizó sus manos por todo mi cuerpo.

-Sepáralas.-Se refería a mis piernas.-E inclínate.

Hice lo que me pedía. Parecía una puta sumisa de mierda, pero escuchar a Kai cachondo me ponía a mil. Introdujo su pene dentro de mi poco a poco. Empezó a dar embestidas. Mis pechos se pegaban al frío cristal. Recogió mi pelo con una mano y empezó a besar mi cuello.

Apoyó sus dos manos en el cristal y cada vez iba más rápido.-Oh dios...

-Gime para mí, nena.-Susurró en mi oído.

Cerré los ojos. Apretó mi cintura para hacer sus embestidas mas fuertes y más bruscas. Me sentía tan bien. Pasó sus manos por todo mi cuerpo hasta llegar a mis pechos y prensarlos.

—Quiero follarte todo el día.—Murmuró cerca de mi.

Grité de placer. Kai se volvía tan malvado cuando lo hacíamos. Me encantaba. Me incliné más para que fuera más de fácil la entrada de mi vagina. Puso su mano encima de mi clítoris y empezó a masagearlo. Gemía cada vez con más ansiedad hasta llegar al orgasmo.

Apoyó su cuerpo unos segundos encima del mío antes de salir de dentro de mí. El timbre resonó en toda la casa.

—¿Quién coño es? ¿AHORA?—Susurró poniéndose unos pantalones.

—¿Vas a abrir?

—Vístete, por si acaso.—Me besó apretando mi culo y salió de la habitación. —¿Quién es?

—Soy Suho. ¿Me quieres abrir de una puta vez?

Me miró desde fuera de su cuarto.—¿Cómo que Suho?—Di saltitos mientras me ponía el pantalón. —¿Para que mierda lo invitas?

—¿Te piensas que soy tan estúpido?—Pregunta cabreado.

—No me hagas contestar.—Me puse mi blusa.

—¡Kai!—Grita Suho desde fuera.

—¡Qué ya voy!—Baja las escaleras.

¿Y ahora yo? ¿Dónde me escondo? Escondí mis cosas debajo de la cama.

—¿A dónde vas, Suho?

—A tu habitación, donde siempre ¿No?

—¡Ah sí! Vas a mi HABITACIÓN.—Gritó para escucharle.

—¿Qué te pasa?—Le dijo Suho.—Estás súper idiota o algo así.

—Vete a la mierda.

Miré a un lado y a otro. Mierda. Abrí la ventana y me agarré a la tubería.—Me cago en la puta.—Susurré.

—¿_______?—Susurró alguien.

Grité asustada y caí al suelo.

—¡_____!—Luhan y Xiumin se acercaron y se inclinaron.—¿Estás bien?

—¿Quién está ahí?—Dijo Suho desde dentro.

—¡A los arbustos!—Aclaré cogiéndole de los brazos a los dos para esconderme.

—¡Nadie Suho no seas chismoso!

—Estaré atontado o algo.—Rió él.

Toqué mi codo. Me había dado un golpe fuerte.—¿Qué hacéis aquí?