Mensajes con un desconocido { Kai y tu } Exo

Capítulo 34.

Entré en la casa de Chanyeol, nerviosa. Aún sentía incomodidad en mi intimidad. Me senté en el sofá.

-¿Está vez que estabas haciendo allí como para saltar?-Baekhyun había bajado las escaleras, para sentarse a mi lado.

-Tirármelo.-Contesté con cara obvia.

-¿Y quién fue a molestar?

-KyungSoo que no puede vivir sin Kai.-Rodé los ojos.

-Os estáis metiendo en problemas.-Susurró Chanyeol saliendo de la cocina.

-¿Piensas decir algo que no sepa ya?-Me quejé.

-Que tu novio viene para acá.-Miró su móvil.-Que ya se deshizo de KyungSoo.

Esperé unos minutos a que llegara Kai. Al abrir la puerta, entró mal humorado y me hizo una pequeña señal para que entrara en la cocina. Miré a Baekhyun y a Chanyeol. Chanyeol me susurró un "tu tranquila" mientras Baekhyun se limitaba a sonreír nervioso. A saber que es ahora.

-¿Se puede saber por qué nada más irte vienes con Chanyeol y Baek?-Se cruzó de brazos.-Y en vez de decírmelo tú, me lo dice Chanyeol, como no.

-No sé, Chanyeol me vio y me fui con ellos. ¿Por qué?

-Sí, lo muy normal. Como mi novio me dejó cachonda y no puede apañarme, que me folle otro ¿no?

-Pero que...

-¿Te gustó el trío?

Le miré cabreada. ¿Qué se piensa que soy me cago en la puta? Suspiré bruscamente.-Sí, me encantó.

-¿Encima lo admites?

-¡Mierda Jongin! ¿Pero que te piensas que soy aquí? ¿La puta de turno?

-No me hagas contestar.

Entrecerré los ojos. No le iba a dar el orgullo de verme llorar. Alcé mi mano y con ella le di un fuerte golpe en la mejilla. Pero si me daré el gusto de darle. Le miré unos segundos y después me fui de allí sin despedirme de nadie. 

Vista de Kai.

Me tapé la mejilla donde recibí el golpe de _____. Quizás me había pasado. Bueno... Me pasé. Y mucho. Demasiado. Pero que esté con otro hombre que no sea yo me ponía nervioso. Dios... ¿Qué hice?

-Sabes que la has fastidiado ¿Verdad?-Preguntó Chanyeol.

-Sí, lo sé.

-Vete a buscarla ¿no?

-¿Y si me pega otra vez?

-Vale la pena si de verdad la quieres.-Añadió Baekhyun.

Salí de allí para correr lo más rápido que podía. Crucé hacia la otra calle. Ella estaba sentada en un banco, entre enfadada y al borde del llanto. Al verme se levantó para empezar a caminar. La seguí hasta llegar a ella.

-_____, perdóname.

-¿Para qué? ¿Para que mañana vuelvas a desconfiar de mí y llamarme puta?-Gritó. En estos momentos le daba igual cuanta gente estuviera al lado, ni si quiera si alguien podía descubrirnos juntos.

-No, es que...-Suspiré.-Sabes lo celoso que soy.

-Y desconfiado.-Miró a la izquierda, esquivándome con los brazos cruzados.

-Lo sé...

-Y un cretino.

-También...

-Y un idiota, no se por qué desconfías de mí si eras tú el mujeriego. Yo confío en tí ¿Sabes?