Cap 3

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Desperté bañada en un mar de sudor, me temblaba todo.

-Amor-era la voz temblorosa de mi mama, se notaba que estaba llorando-¿te sientes bien?

-si-la voz se me atoro en la garganta.

Me tome el tiempo de mirar un segundo a mi alrededor, estaba en mi casa, estaba en casa, en mi habitación.

-¿Cómo, como llegue?

-tocaron el timbre y te dejaron en la puerta-trate de levantarme y un dolor punzante me ataco el brazo derecho y recordé las garras-el doctor dice que fue hecho por un extraño animal, te vendo y dijo que estarías bien en un par de días, ¿qué paso? ¿Recuerdas algo?

¿Algo lógico? No, para nada, solo rastros de recuerdos vacíos y sombras.

-no, la verdad no, pero cálmate-me acerque a su cabeza y la bese-estoy bien, me siento mejor.

-me asustaste tanto-se aferró a mi- así fue como nos dejó tu padre, la misma marca en el brazo, los mismos síntomas... santo Dios, me volveré loca, iré por un café, descansa.

Se secó sus lágrimas y camino hacia la puerta.

Trate de sentarme en mi cama en una posición más cómoda, toque mi cuello, allí seguía el collar y por una extraña razón, me sentía tan segura.

Camine hasta mi estante de libros y tome el de cada noche, el que no dejaba de leer desde que mi padre murió, Lobo.

Aquella historia me la leía todas las noches desde mi infancia, me gustaba, y no paraba hasta que el me la leía unas diez veces, era mi refugio de letras y un escape para volver a la cálida voz de mi padre fantasmagórica.

En el transcurso me iba quedando dormida, luchaba contra esto pero mis ojos se cerraban lentamente hasta ya no poder más.

"Bip, Bip, Bip" tumbe la alarma sin querer con mi mano, eran las seis de la mañana...

-pero que...-dije para mí.

No había puesto la alarma para esa hora, ni siquiera tengo clase rodeando las seis, me tire de nuevo a la cama mirando el techo.

-¿Cata?-era la voz de mi mama de seguro había escuchado la alarma.

-Perdona, la alarma se averió.

-está bien, ¿necesitas algo?

-no, está bien.

-Cata, me acaban de llamar-entro a mi pieza lentamente organizada-tengo que viajar hasta la otra semana ¿estarás bien?

-Claro-me acomode en la cama para verla mejor.

-¿segura? Si deseas me quedo contigo, no tengo problema.

-No, no puedo cuidarme sola, ya estoy mejor, y para que no te preocupes me vendré con Jack ¿te parece?

-Ok-me sonrió y se acercó hasta darme un beso en la mejilla-cuídate mucho pequeña.

Creo que como madre no le era fácil dejarme así tan fácil, pero su trabajo la obligaba, y me sentía orgullosa como hija de tener una madre como ella, no importaba cuento me tocara estar sola, mi madre hacia lo que amaba y me cuidaba y yo estaba bien con eso.

Me di un baño rápido y con un poco de dolor y desagrado cambie mis vendas de mi brazo, tome mis cosas y salí en lo que parecía una tarde tranquila de camino a la universidad.

De nuevo la misma rutina, llegar, saludar a Jack, Camila llegando tarde y suportar la ultima hora de biología obligatoria.

-por ultimo dejare una simple tarea.

-Yo sé-interrumpió Cris, el chico payaso que no faltaba en toda clase-tiene que ser algo sobre la sexualidad y como ponerse un condón.

Todos rieron... lo único que podría preguntarme es ¿Cómo eso puede ser chistoso?

En medio de la risa, la puerta se abrió, era el chico ojos negros, estaba empapado, ni siquiera me había dado cuenta de que llovía.

-muy buenas noche joven Aex, tome asiento-el profesor lo miro con fastidio por su porte.

Su pelo largo pegado a su cara y todo su cuerpo empapado me dejo babeando... siento que lo había visto en algún lugar... ese sentimiento era tan repentino.

-en fin, ya que terminaron con sus chistes, la tarea es que por parejas, a claro que parejas significa parejas de dos-alzo dos dedos- no recibo trabajos que sobrepasen dos personas, explicado esto, el trabajo se trata de buscar un animal, cualquier animal, no importa cual, quiero toda su información para la semana próxima.

Todos comenzaron a buscar pareja, mis únicas dos opciones, Jack y Camila ya estaban juntos, no veía a nadie más solo el chico, solo a él.

Tome aire y me quite el collar, encaminándome a paso firme donde él.

-Hola-salió disparada como un dardo, el me miro y medio sonrió pero no respondió-toma, le estando el collar, ayer lo encontré en la sala de matemáticas básica, perdona por no devolverlo antes.

Lo tomo entre sus manos, mientras lo miraba me dejaba apreciar su perfil empapado.

Note que bajo de su cuello tenía otro collar, peor su piedra era morada, no era blanca como la otra.

Supe que tampoco me agradecería ni nada así que di media vuelta, pero su mano me detuvo.

Era fuerte, sus dedos eran largos y finos.

-el trabajo-el seguía mirando el collar y noto que no había entendido-hazte conmigo en el trabajo.

-está bien, ¿podrías ir a mi casa esta noche?

-iré a las seis.

-claro, te daré mi numero por si pasa...

-No-me interrumpió-dime en donde vives.

-Por la autopista a dos cuadras del parque, es una casa marrón.

-¿quieres la dirección?

-No.

Se paró de su asiento y salió del salón con su mochila y el collar en la mano, el chico era raro, sus expresiones y la forma en que escondía su alma... y por último, su piedra, era una pierda capricorniana, tal vez le gustaba ese tipo de cosas sobre el aura y esas cosas raras.

-Cata-me llamo Camila.

-¿Quién era él? ¿Es nuevo?

Jack escuchaba con mucha atención.

-No sé quién es, ayer apenas le vengo a ver, es un poco extraño.

-lo sé, ya sabes, en el mundo se encuentras bastantes cosas.

-Falta un par de minutos para irnos ¿quieres que te acompañe Cata?

-¿podrías Jack? Con lo que paso ayer no quiero volver sola.

-está bien, iré por el carro...




Niños lobo #JustWriteIt #SuperChargedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora