Cap 4

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-Siento molestarte Jack, sé que querías salir con Camila.

-No te preocupes, Camila no quiere nada conmigo.

Apago el carro y se bajó para acompañarme.

-eso es mentiras Jack, a ella le gustas, solo que no quiere demostrarlo tan abiertamente.

Abrí la puerta y me quede en el marco.

-espero sea así.

-yo sé que sí, ¿quieres entrar?

-No, gracias Cata, tengo que irme, Camila y yo hablaremos sobre el trabajo.

Sonreí pícaramente.

-menos trabajo y más acción Jack.

Comenzó a reír y me abrazo.

-gracias por todo Cata.

-para eso están los amigos idiota, gracias por traerme.

-¿estarás bien?

-Claro, además vendrá el chico de la universidad.

-cuídate mucho, ya sabes mi número, cualquier cosa, por minúscula que sea, llámame.

Asentí.

Se montó de nuevo a su carro y me quede en la puerta hasta ver que se hubiese marchado.

Entre a mi casa y me eche en el sofá un buen rato, me gustaba la soledad en la casa, me gustaba ese sentimiento.

El estómago me pedía comida, así que de alguna manera u otra tenía que pararme a hacer comida.

Saque unos huevos y en un dos por tres tenía unos huevos revueltos dentro de un pan.

La puerta sonó, tres golpes suaves y tenues, en mi boca sostenía medio pan y en la otras un plato con el huevo revuelto.

Abrí la puerta y me quede mirando a Aex (creo que ese era su nombre)

-¿puedo pasar?

Me quite el pan de la boca y le abrí paso.

-por supuesto -cerré la puerta detrás de el-toma asiento, ¿quieres algo? La verdad no pensé que vendrías a las seis en punto.

-No, gracias.

-toma asiento traeré las cosas para empezar la tarea.

Deje en la barra de la cocina mi comida rápida y corrí hasta mi habitación, tome alunas hojas limpias y los únicos libros de animales y biología que tenía.

-¿te encuentras sola?

-si-me senté frente a él dejando las cosas en la mesa de noche-mi madre está en viajes de trabajo.

-¿esa es tu familia?-señalo un retrato familiar que había detrás de mí.

-sí, esa es mi familia.

-¿Dónde está tu padre?

-muerto...-reí entre dientes-eres bastante curioso.

-no más que tú.

Lo dijo casi en un susurro mudo, pero entendí lo que había dicho, con tanta claridad como si lo hubiese dicho fuerte y claro.

-perdona ¿Qué has dicho?

-siento lo de tu padre, ¿Cómo vas con tu brazo?

¿Acaso el chico me creía estúpida? sabía lo que había dicho, lo había escuchado.

Niños lobo #JustWriteIt #SuperChargedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora