A L O N E <<PAUSADA>>

12. A F T E R T A S T E

Decisiones. Reflexión. Lucha. Amor. Sentimientos. Libertad. Constancia. Cambio. Esfuerzo.
Esas son las palabras que rondan en mi cabeza ahora mismo. Ahora mismo todo gira entorno a esas nueve palabras.
¿Por dónde empezar?
Ha habido tantas partidas en mi vida que esto se ha convertido en un cambio radical.
La marcha de Vincent, mi ahora ex novio, posterior a Nathan, me afectó los dos primeros días, pero mi filosofía sobre las mentiras me enseñó una vez que la vida no es un camino de rosas, es un camino de espinas. Todo en la vida de Vincent es un tornado de mentiras, de engaños y de falsas apariencias.
Yo me martirizaba bastante pensando en como podía ser tan mentiroso con todo el mundo.
Un pitido interrumpió la concentración en mis pensamientos.
"Levanta el culo de esa cama, ponte la mini y a la calle" me escribió Erin.
"No estoy de humor" contesté a su mensaje.
"Pensé que Vincent ya estaba al margen" escribió.
"Y lo está. Es por la velocidad con la que todo ha venido a mí de golpe" escribí mientras pensaba en los cambios de mi vida.
La verdad es que ha sido una temporada realmente difícil, pero es lo que me ha tocado.
Me paré de nuevo a pensar en todo lo que había pasado, en como una persona a la que querías tanto te puede hacer tanto daño.
Otro pitido me sacó de la profundidad de lo que rondaba mi mente.
"Abre la puerta, que hace frío fuera" escribió Jasper.
"¿Jasper?, ¿Que estás haciendo aquí?" Pregunté
"He venido a verte y a que levantes el culo de la cama" respondió.
Me asomé a la ventana de mi habitación, que daba al jardín de entrada y vi su cabellera rubia casi castaña inclinada hacia su móvil.
"Estoy en la ventana viéndote" escribí
Subió la cabeza en mi dirección y me enseñó su preciosa sonrisa.
"Baja a abrirme lloricona" se quejó.
Bajé las escaleras despacio y le abrí la puerta.
Inmediatamente sus preciosos ojos verdes me hipnotizaron.
—Hola, estás preciosa—. Dijo sonriendo.
—Todo lo preciosa que se puede estar con un moño despeinado y la cara seca por las lágrimas—. Le correspondí con una sonrisa.
Depositó un beso en mi mejilla y le hice pasar al salón.
—¿Cómo te va?—. Preguntó.
—Pues me va muy bien, estoy centrada en otras cosas—. Respondí.
—¿Algún chico?—. Preguntó.
—Puede ser...—. Dije dejándolo caer.
No paraba de pensar en Jasper. Sentía algo más que una simple amistad.
—Nat tenemos que hablar de algo...—. Dijo tímidamente.
—¿Sí...?—. Inquirí.
Ambos nos sentamos en el sofá y Jasper bajó la mirada.
Cuidadosamente le alcé la cara con amor.
Sus ojos quedaron a la altura de los míos, y una vez más me quedé profundamente hipnotizada en ellos.
—No puedo dejar de pensar en ti... Desde que nos enfadamos en Octubre me empezaste a gustar, y cuando lo arreglamos el otro día me sentí en las nubes—. Dijo.
—Yo...—. Intenté decir.
—No digas nada. Sé que me he precipitado pero...—. Comenzó a hablar.
No le dejé terminar. Me abalancé sobre él besándolo suavemente. Él tiró de mi hacia él apretándome más contra su pecho.
Besó mi frente y yo me apoyé en su hombro.
Pusimos una película y nos arropamos bajo las mantas. Toda la tarde estuvo basada en la película y las muestras de cariño que intercambiábamos.