Una pincelada que queda grabada en tu piel para recordarle a tu memoria que la fuerza venció al sufrimiento. Una diferencia que dibuja una línea entre lo que pudo ser y lo que fue. Y, lo que finalmente fue, decidió dibujar en ti un recuerdo para que no te olvides nunca de que tienes algo especial.Que nadie te haga sentir lo contrario, que nadie se atreva a cuestionar lo especial de esa cicatriz. Que aprendas a quererla como lo hacen los que te quieren, que la repulsión que sientes al tocarla se convierta en cariño, que tu espejo conozca esa parte de ti que todavía no ha visto y que, en su reflejo, seas capaz de reconocerte con ella e identificarla como la parte de tu cuerpo que más historias tiene por contar.Mírala, tócala y piensa en cómo llegó a formar parte de ti. Explícate a ti mismo por qué te cuesta tanto mirarla. Trabaja en ello, esfuérzate y dedícale tiempo a este proceso de aceptación. Empieza hoy a quererte en todo tu conjunto y a incluirla en tu vida. Es una huella física de tu pasado que te acompañará en tu presente y, probablemente, en tu futuro. Aprende a ir de la mano con ella. Cuando más quieras olvidarte de ella es cuando más presente la debes tener.
