Los días pasan más lentos de lo que me gustaría. Ya empezamos a tener más cosas que hacer en clase y los profesores nos han dicho que deberíamos empezar con el proyecto que presentaremos a final de curso. Al final acabo entrando en una rutina diaria en la cual lo único que hago es ir a la Universidad, hablar un poco con los chicos porque vuelvo con ellos en la camioneta a casa, hacer cosas de clase y ayudar a la señora Helen con la cena.
Hace días que no hablo con Will, le veo por la Universidad con los chicos y otro grupo que me imagino que serán compañeros de clase. Cuando volvemos de clases se sienta detrás en la camioneta y cierra los ojos para no hablar con nadie. Incluso me fijo en que algunos días viene Clary para estar con ellos. En realidad siento infinidad de celos de ella porque, además de estar con Will, también está empezando a pasar más tiempo con los chicos.
No dejo de pensar en él, cada día necesito algo más que sé de sobra que no voy a conseguir porque mi mente me impide actuar como mi corazón desea. Necesito saber qué piensa Will después de tantos días sin hablarnos, a lo mejor ahora ha encontrado en Clary la persona perfecta para seguirle el juego.
Hoy son las cuatro de la tarde del sábado y sé que todos en la casa siguen durmiendo porque anoche hubo otra fiesta, así que me hago una coleta alta y salgo de la habitación dispuesta a obtener información.
Camino por el silencioso pasillo de los chicos unos minutos después, convencida en que la idea que he tenido es la mejor. Sin pensarlo dos veces llamo a la puerta de Will y comienzo a darle vueltas a la cabeza para saber qué le diré cuando salga a abrir la puerta. Respiro hondo y espero.
-¿Qué? –Escucho gritar a Will desde dentro con voz ronca como si estuviese cabreado.
La puerta al fin se abre de golpe, pero no es él. La persona que me mira con los ojos entrecerrados lleva puesta una de sus camisetas holgadas, dejando ver sus largas piernas a la vista.
-Hola. –Saluda Clary con las cejas enarcadas, esperando una respuesta con impaciencia.
-Ehm... Yo... -Las palabras se agolpan en mi boca. –Creo que me he equivocado, buscaba la habitación de Charles. –Miento.
En ese momento aparece Will detrás de ella apoyándose en el marco de la puerta. Sus ojos también están entrecerrados por el sueño, pero hace tanto que no me miraba que no consigo apartar mis ojos de los suyos.
-¿Beth? –Susurra. -¿Ha pasado algo?
-No, ehm... Me he equivocado de habitación, lo siento. –Mi mirada pasa de Clary a Will rápidamente.
Me doy la vuelta con la intención de bajar las escaleras y llegar a cualquier sitio donde pueda quitarme esa escena de la cabeza, pero una voz me frena.
-Oye, la habitación de Charles es ésta. –Dice Clary señalando la puerta de al lado con el pulgar.
-Supongo que estará también durmiendo así que le veré más tarde. –Contesto por encima del hombro mientras sigo andando escaleras abajo.
Tengo la sensación de que la mente me explotará en cualquier momento. Qué idiota he sido al ir a su habitación, tenía que haberme imaginado que algo así podría pasar.
-Parece que la casa esté vacía, ¿eh? –Suelta de repente el señor Daniel cuando termino de bajar las escaleras, sobresaltándome. –Perdona hija, ¿te he asustado?
-No, tranquilo. –Contesto con la mano en el corazón. –No le había visto. Hoy está todo muy silencioso si... Voy a dar un paseo, luego le veo.
Me despido con una sonrisa lo menos falsa posible y subo las escaleras que llevan a mi habitación para coger el abrigo.
Cuando salgo de casa estoy dando vueltas por el pueblo durante dos horas. Salir sola por este lugar me hace sentir bien, me ayuda a pensar y a tranquilizarme.
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Deseo Incontrolable
Ficção AdolescenteLIBRO PUBLICADO EN AMAZON. ¿Se puede encontrar el amor cuando no se busca? Bethany es una adolescente de 20 años que se ha ido a estudiar lejos de su ciudad (Portland, Oregón) con la esperanza de conocerse a sí misma y a no tener que depender de nad...