Parte 12

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-¡Voy a la tienda! ¿Necesitas que te traiga algo?- Grita Julio casi en la puerta, terminando de subir el cierre de su abrigo.

Siendo un día libre de clases, Julio se dispone a ir a la tienda por una bebida gaseosa que se le había antojado desde hace tiempo pero que por los entrenamientos la evitaba y trataba de alimentarse lo más sano que fuera posible, pero dado a que el señor Cho decidió darle otras tareas de momento, asimila que es el momento oportuno para un "pecadito" con cuando a su dieta se refiere.

-Sí, aguarda...- se acomoda los lentes- Necesito que traigas esto para un trabajo que necesito.- Le da una lista y Julio lo mira molesto.

-Oye, no...- Menciona al leerlo- Esto hay que comprarlo en un bazar.

-Aish... Vamos hermano... ve... Hazme este favor.

-No lo sé... No sé dónde se encuentra el bazar- Responde Julio con pereza

-¿Bazar? Te referirás a la librería.

-Sí a eso como sea que le digan en tu país.

-Oh pues... Ahí cerca de la tienda es... nomas mira hacia arriba y miraras un letrero enorme que dice "Library"

-Ah... bueno... Pero...

-Vamos, vamos...- lo lleva hacia fuera- ¡Sal ya que el frío se está metiendo! Y ten las llaves.-Le cierra la puerta.

-¡Pf! Loco ese... Aunque ya no me cae tan mal a veces me dan unas ganas de agarrarlo y hacerlo papilla... Ni un "por favor"- agita la cabeza en negación –No le ayudaré a cambiar su social en la universidad.

Y citando esas palabras él comienza a caminar hacia la salida del edificio. Primero decide pasar por su bebida gaseosa a la tienda, y queriendo ignorar el pedido de su compañero regresa por donde había llegado; pero estando en la puerta del edificio se puso a pensar y creyó mejor hacerle el favor a ese sujeto. Entonces caminó hacia la tienda de nuevo y elevó la mirada en busca de aquel dichoso cartel hasta que lo encontró.

"Kang Library "

-No pues... ¡Que cartel más grande!-

Exclama Julio con sarcasmo, pues el cartel estaba casi terminando la cuadra y desde ese punto, que le había dicho su compañero, el local se encontraba algo largo, entonces luego de maldecir a su torpe compañero se cuestiona:

-¿Voy o no voy? No debería por haberme mentido, pero... ya qué... hoy no tengo nada que hacer... la tarea la hice temprano... y ya no quiero jugar más videojuegos por hoy... Sí, creo que no tengo nada mejor que hacer, nada me cuesta ir y cumplir.

Así Julio se dirige a la librería, donde venden además de libros artículos de oficina que es lo que necesita Diego. Entra al local, le echa un vistazo a toda esta, y es atendido sin demora.

-Hola, bienvenido ¿En qué le puedo ayudar joven?- Cita la señora de detrás del mostrador.

-Hola, nada más necesito estas cosas- Le muestra la lista- Como verá está en coreano y yo aun no aprendo de su idioma- Sonríe un poco apenado.

-No hay problema, joven.-Sonríe la señora.

-Gracias.

La señora da unos pasos para buscar lo que el muchacho necesita adquirir, pero se detiene y saluda al escuchar que la puerta se abre al mismo tiempo que se agita la campanita sobre la puerta.

-Oh, señora ¿Cómo ha estado?

La mujer mayor hace una pequeña reverencia luego de decir: "señorita", lo que hace dudar al muchacho sobre sus conocimientos evaluados en su cerebro con respecto a las normas de cortesía aplicables en el país, entonces un poco dudoso y más que todo, curioso, se da la vuelta y echa la mirada hacia el ven.

Mr. Joss: Enamorado de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora