Mr. Joss: Enamorado de Ti

Parte 11

Julio mira a su izquierda y su derecha, sin nadie a su lado confundido responde:

-¿A mí?- pregunta sorprendido.- ¿Qué haces?

LA chica levanta la cabeza, sonríe, y abraza el portafolio que carga, mientras que Julio trata descifrar su expresión.

-Mi nombre es Hyo Yeon, capitana del equipo de Volibol femenino de esta escuela- estrecha su mano- Quería ofrecerte una disculpa por el golpe que te di, y por haberte dejado en el césped sin que te hubieras aliviado... Nos encontrábamos en entrenamiento estricto porque pronto se aproxima un campeonato y...

-Ah... mucho gusto, no, no hay problema.- Se echa unas risas serenas- Fue mi culpa por estar de metido, tú no tenías idea de que llegaría a esa hora y a ese lugar.

-Mmm- se sonroja al mirarlo a los ojos.

-¿O sí?- Julio vacila y ella se queda helada- No tranquila, solo bromeo.

-Ah... sí...- asienta entre risas nerviosas

-Bueno, debo irme a clases- se le sonríe mostrándose muy simpático y comienza a caminar.

-¡Espera!- levanta la voz Hyo Yeon, él se detiene y espera que las palabras salgan de su boca- ¿Cómo te llamas?

-Julio- Responde con una sonrisa de oreja a oreja lleno de ternura.

-Yosrio... Nos vemos pronto.- Ella sonríe, agita su mano y continúa su camino.

-Ok... Como que a todo el mundo se le complica decir "Julio", pero no importa, las chicas que dicen "Yosrio" son hermosas.

El joven se da la vuelta y prosigue su camino al salón de clases. Saliendo del salón, pasa a la cafetería a almorzar algo liviano, y comienza una pequeña caminata por toda la universidad para acelerar la digestión de los alimentos antes de las dos de la tarde, antes de su primer entrenamiento. Faltan quince minutos para la hora que le indicaron que iniciaría el entrenamiento, Julio en los vestidores se cambia y espera al entrenador fuera de ellos. Con ansias de su primer día de entrenamiento comenzó a estirar y a calentar para no presentar problemas en ningún momento de la práctica hasta que llega el señor Cho.

-Hola, señor- Se acerca Julio sonriente al entrenador haciendo una reverencia

-Hola, muchaho. Yosrio

-No, entrenador... Se dice Ju-Lio

-Gu-rio

-Ju-Lio

-¿Gu-Kio?

-No, entrenador- sonríe nervioso –Dígame" Yosrio", mejor.

-Ah, de acuerdo, De acuerdo... Oye... Faltan cinco minutos para entrenar y tú ya estas transpirando.- El señor Cho observa cuidadosamente al joven,

-Oh... Sí, es que llegué temprano y me pareció buena idea ir estirando y calentando- Sonrie- Porque el calentamiento nunca está de más ¿No? Mientras más calentamiento haga mejor.

-Sí, sí... es mejor, pero descanse un poco mientras empezamos- le señala una banca- Sentémonos ahí para hablar.

-Sí, señor.

Al conversar sobre la formación académica y deportiva del extranjero, los minutos transcurrieron con rapidez de manera que uno a uno de los futbolistas fue sumándose en la cancha hasta llegar a los 25 jugadores. El entrenador se levanta de la banca y les grita a sus aprendices:

"¡Formación! Entrenamiento: Veinte vueltas a la cancha trotando, y diez corriendo, cinco rondas de salto de conos, saltos y tocar el suelo cinco series de diez, y por ultimo... pases y tiros a la portería "

-Sí- Contestan todos unísono y uno de ellos pregunta.

-¿Él es nuestro nuevo compañero?

-Sí- Contesta el entrenador- Él es su nuevo compañero de equipo Yosrio, salúdenlo, y trátenlo bien.

-Sí- Se levanta de la banca y se dirige al equipo- Mi nombre es Julio, provengo de Costa Rica, Centro América, tengo veinte y cuatro años, y tengo poco de haber llegado. Espero llevarme bien con todos ustedes.

-Bueno... Jóvenes, ¡a lo que vinimos!

Formaron fila uno a uno, comenzando a trotar, Julio se prepara para seguirlos, y cuando está dispuesto a dar el primer paso el entrenador lo detiene:

-No, Yosrio.

-¿Por qué?- Pregunta extrañado- ¿No?

-Quiero que mires solo por hoy como se mueven las cosas por aquí, Tengo otros planes para ti mientras no estamos en campeonato, ni hay partido cerca... o al menos por unas semanas.

-Entrenador...- cita un poco molesto.

-¿Alguna objeción joven?- Muestra en su rostro altanería –No vas a empezar a sumar puntos negativos conmigo o ¿Sí?

-No, entrenador.

Así la tarde del joven se resume en nada más ser un observador, asistente del entrenador y del técnico, por lo que su regreso a casa estuvo lleno de quejas y refunfuños, al ser una tarde poco "emocionante".