Sobrenatural: Fear will learn to fear me (Dean Winchester)

Capítulo 12. Casa infernal. Parte 4.

"Hay tres cosas en la vida que una vez que pasan ya no regresan: el tiempo, las palabras y las oportunidades."

__ P.O.V.

No pasa más de una hora cuando los tres nos encontramos sentados en una pequeña cafetería, Dean enfrente y Sam a mi lado con su portátil. Es gracioso que siendo una cazadora me dé más miedo el típico cuadro que se mueve y hace ruido, de un pescador riéndose con un pez en las manos, que cualquier demonio o espíritu. Por eso cuando se ríe pego un saltito en mi sitio haciendo reír a los chicos. Agarro la cuerda que lo enciende y lo apago. Lanzó a Dean una mirada mortífera.

-Si tiras de esto otra vez te juro que te mataré. El muy bobo me aguanta la mirada y tira de la cuerda mientras se ríe solo.

-¡Vamos chicos! Necesitáis reíros un poco más, estáis demasiado tensos... Sam no despega la mirada de la pantalla. ¿Han subido algo? pregunta Dean dejando de lado el tema. Sam gira el portátil para que su hermano lea. "Sabemos por una fuente fiable que Mordecai Murdock tiene mucho miedo a las armas de fuego..." Estupendo. ¿Cuánto esperamos? Sam cierra el portátil de un manotazo.

-Hasta que este rollo se extienda y la leyenda cambie. Yo diría que esta noche unas balas acabarán con él . Alza su cerveza para brindar, chocamos el cristal y pegamos un trago. Sam me mira y se ríe tenuamente, no entiendo porqué. Dean va a apoyar el botellín en la mesa cuando se da cuenta que la tiene pegada a la mano. Sam se empieza a reír más alto y no tardo en unirme, más bien por la cara de Dean que por la broma.

-Lo has hecho. Pregunta incrédulo. Sam saca del bolsillo un tubo de superglue y nos lo enseña.

-¡Así es! Dice mientras se ríe aún más. Dean intenta quitársela moviendo la mano pero no ocurre nada. Nos seguimos riendo y no digo nada cuando Sam tira de la cuerda del pez y este se empieza a reír también.

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Aunque la idea no me haya hecho mucha gracia he de admitir que ha funcionado. Los policías se han alejado de la cabaña en cuanto han oído el ruido a lo lejos. Lo colgamos de un poste, tiramos de la cuerda y corrimos hacia la casa mientras esa risita no se me va de la cabeza. Entramos por la puerta trasera, apuntando con la pistola y la linterna cada uno hacia un lado. Avanzamos sigilosamente por la casa cuando oigo a Dean susurrar a Sam.

-Me he desollado la palma de la mano.

-Pues a mi no me pidas favores... Le responde su hermano con una risita. Dean se para para mirarlo y sigue avanzando. Nos encontramos una puerta, yo me sitúo a la izquierda y Dean a la derecha mientras Sam la abre de un portazo, nos colamos rápidamente pistolas en alto y nos encontramos una sala completamente vacía llena de polvo con otra puerta frente a nosotros.

-¿Creéis que Mordecai está en casa? Digo apuntando a la puerta sin despegar la mirada.

-No lo sé responde Sam serio. La tensión se palma en el ambiente ¿y si no funcionan las balas? Obviamente va ir a por mi primero así que... Correr tendrá que ser mi plan B, me guste o no.

-Ni yo responde Dean antes de dar una patada a la puerta, oímos algo detrás y en un segundo les estamos apuntando a la cara.

-¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! Tranquilos gritan con las manos en alto, a la mierda la sigilosidad.

-¡¿Qué pretendéis acabar muertos?! respondo molesta bajando el arma.

-Solo intentamos escribir un libro ¿Vale? dice Ed sin bajar las manos con la cámara todavía grabando.

Detrás nuestro se oye que alguien afila algo. Los tres nos damos la vuelta dando la espalda a Ed y Harry con la pistola en alto, listos para disparar. Los dos idiotas se nos pegan a la espalda buscando protección. Genial, no solo tengo que procurar que me rebanen o ahorquen también vamos a tener que defender a dos bobos vestidos de ghostbusters.

-Mierda... susurra Harry mientras Ed graba con la cámara encima de mi hombro. Si es que son tontos... El ruido se intensifica detrás de la puerta, él sabe que estamos aquí. Harry habla con la voz temblando.

-Emmm chicos... ¿Queréis abrir la puerta vosotros?

-Hazlo tú le responde Dean molesto. No hace falta, Mordecai la abre y entra como un huracán mientras nos grita con un hacha en las manos. No lo pienso y disparo, los chicos hacen igual, después de varios balazos se esfuma dejando la sala con el eco de su grito.

Nos miramos entre los tres y lo entiendo, se ha esfumado pero sigue por aquí me quedo con los chicos mientras Sam y Dean salen por el pasillo en su búsqueda.

-Y-ya n-no es-está. Se ha ido...

-¿Lo has logrado? le pregunta Harry a Ed que está notablemente nervioso. La que debería estar nerviosa soy yo, que soy la única con tetas... Levanto la pistola y no me quedo quieta por si acaso.

-S-sí le han dado...

-No ¡La cámara! ¿Qué si lo has grabado? Ed se acerca a Harry con la cámara en las manos y este se la quita.

-Vamos a ver... ¡Zas! Me doy la vuelta justo a tiempo, Mordecai ha aparecido y ha hecho la cámara añicos con el hacha. Lanzando con ella a Ed al suelo. Voy a disparar pero se desvanece. Dean entra.

-¡Eh! se acerca a mi lado para comprobar que estoy bien, Sam entra por la otra puerta corriendo. ¿No colgasteis ese cuento chino que os colgamos?

-Claro que sí...

-...pero el servidor se cayó.

-¿No funcionó? Así que esto... dice enseñando el revolver enfadado ¡No nos sirve!

-No responde Harry como si nada

-!Genial¡ exclama Dean con una sonrisa irónica. ¿Sam alguna idea?

-Larguémonos de aquí... dice Harry punto de llorar mientras se van corriendo de la sala, no tardamos en oír un grito poco humano del recibidor. Sam se va corriendo detrás de ellos y no puedo evitar reírme cuando le oigo gritar.

-¡Ven aquí pedazo de adefesio!

Dean me abraza unos instantes con preocupación en sus ojos antes de ir corriendo a la cocina a por aceite pero él se pone a mirar en los cajones, no sé que busca. Oímos gritar a Sam y su hermano mayor vacila, no me quiere dejar sola pero reacciona y sale corriendo en menos de un segundo para ayudar a su hermano. A los pocos segundos vienen, Sam sobándose el cuello.

-Él no puede salir de aquí, así que improvisemos. Saca su mechero y lo lanza encendido al suelo donde he hecho un charco, el salón empieza a arder. Salimos corriendo con Mordecai pisándonos los talones. Nos ocultamos detrás de un árboles mientras la casa entera empieza a quemarse. Mordecai se asoma a la puerta enfadado y se desvanece silenciosamente dejando una arena negra que se lleva el viento.

-¡¿Es tú solución?! ¿Incendiar la casa entera? ¡Dean!

-Bueno, así no entraran... se defiende Mordecai no podrá encantar la casa si no hay casa que encantar. Es un truco sucio pero eficaz...

-¿Y si la leyenda vuelve a cambiar y Mordecai consigue salir?

-Pues habrá que volver... Nos quedamos en silencio mirando, aún estando a 10 metros puedo notar el calor en la cara.

-Ahora me pregunto... De todos los que hemos cazado cuantos existían porque solo creían en ellos.