Segunda carta.

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Querido Sam,

Supongo que te habrás acostumbrado ya a sus abrazos, a sus manos y a sus besos. Supongo que ésto ha sido un reemplazo. Tal vez no te he dado algo que ella te da, tal vez no he sacado la mejor versión de mí; o quién sabe...Puede que te hayas cansado de nosotros.

Dime, ¿Es como yo? ¿Te hace reír? ¿Tu voz ha estado temblorosa al hablarle?

Ojalá sea una buena chica y ojalá seas feliz. Me gustaría decirte que estoy bien, que me alegro, pero me temo que ni puedo ni sé mentirte.

Me gustaría también poder decir que he podido olvidarte con facilidad, que llevo bien eso de verte poco...Pero me está matando. No sabes como duele sentirte tan lejos; no sabes como duele obligarme a dejarte ir.

Te estás convirtiendo en un recuerdo, estoy empezando a olvidarme de ti; y no quiero olvidarte, olvidar no es lo mío. Y no sé por qué, pero tengo la estúpida esperanza de que algún día volverás.

Siempre tuya,

Hayley.

Querido Sam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora